
Fitness | 31 may 2025
Running
Sebastian Bonissone, el corredor de las 24 horas eternas
Con un registro impactante de 226 kilómetros y 700 metros recorridos en 24 horas, el atleta argentino Sebastián Bonissone dejó su huella en la Copa Uruguaya de Ultramaratón, disputada recientemente en Montevideo. La marca, lograda en una pista de 400 metros con vueltas ininterrumpidas durante un día entero, lo clasificó directamente al Mundial de Ultramaratón en Francia, aunque ya tiene otro objetivo en mente: la prestigiosa Espartatlón 2025, una prueba de 245 kilómetros entre Atenas y Esparta que pocos logran completar. En diálogo con Rugido Sagrado Radio (FM 105.1) dio a conocer su historia, secretos y objetivos.
“No hay secreto para correr en el frío o durante horas. Solo hay que proponérselo y fijarse objetivos”, afirma Bonissone, de 40 años y oriundo de Santa Teresita, donde entrena en el Centro de Alto Rendimiento de la Municipalidad de La Costa. Su historia es la de alguien que, sin experiencia previa, empezó con una carrera gratuita de 10 kilómetros y fue escalando distancias hasta convertirse en uno de los mejores ultramaratonistas del país.
Una marca histórica y la clasificación soñada
Con los 226,7 km alcanzados, Bonissone se posicionó como el séptimo mejor argentino en el ranking histórico de 24 horas, consolidándose como un referente de la disciplina. Aunque decidió no participar del Mundial en Francia, sí confirmó su presencia en la Espartatlón, una de las competencias más duras del mundo, que se disputará en septiembre. “Completarla te posiciona un escalón más. Muy pocos argentinos lo han logrado. En la historia, solo 38 personas. Se anotan muchos, pero llegan menos de la mitad. Hay que recorrer 245 kilómetros en menos de 36 horas, con tramos de montaña, temperaturas extremas y 3000 metros de desnivel positivo. Es un desafío físico y mental total”, cuenta.
24 horas sin parar: cómo se corre una ultramaratón
La competencia en Montevideo se desarrolló en una pista de atletismo profesional. Durante un día entero, Bonissone dio vueltas sin detenerse. “La clave es no parar. Todo lo que hagas, comélo o hacelo caminando. Parar es perder ritmo y distancia”, explica. El plan alimenticio fue tan importante como la preparación física: “Tomé alrededor de 22 litros de agua, muchos papines hervidos, naranja, Coca-Cola. Lo importante es no dejar de comer, porque si no comés, fuiste. No hay energía para seguir”.
A diferencia de lo que muchos creen, no se trata de resistir el hambre, sino de mantener al cuerpo abastecido constantemente. “Mucha gente abandona por problemas gastrointestinales”, asegura. Por eso, también entrena la alimentación en sus fondos largos de fin de semana.
Una rutina de alto rendimiento
Bonissone entrena todos los días. Corre seis veces por semana, con un solo día dedicado al gimnasio. Según el momento de la temporada, el volumen semanal varía: entre 120 y 200 kilómetros, con picos de 30 kilómetros diarios. Los fines de semana recorre rutas entre San Clemente, Mar de Ajó, Santa Teresita y otras localidades costeras.
Del Mont Blanc a Esparta: una historia de fondo
Antes de especializarse en pista, Bonissone corrió durante años en ultramaratones de montaña. En 2022 completó la UTMB (Ultra-Trail du Mont-Blanc), una de las más exigentes del mundo: 275 kilómetros con 10.000 metros de desnivel positivo. Desde hace dos años y medio, se enfocó en el ultrafondo de pista, con competencias de 6, 12, 24 y hasta 48 horas.
Con la mira puesta en Grecia, su preparación específica ya comenzó. “La Espartatlón es la meca. Requiere estrategia, entrenamiento y mucha cabeza. Ya estoy 100% enfocado en eso”, afirma convencido.


Marina Lesci: "El gobierno de Milei está castigando el crecimiento de los clubes"

Básquet
La luz dorada de Walter Herrmann ilumina La Plata

Choi Kwang Do
El arte de enseñar a resistir: lecciones desde una escuela de artes marciales

Copa America 2025
La ruta celeste comenzó de la mejor manera
