Rubén Magnano: "Se suele mirar solo el éxito final, pero el camino también enseña"

Magnano valoró la oportunidad de inspirar a nuevas generaciones. “Siempre es importante refrescar conceptos y recordar el recorrido detrás de una trayectoria. Se suele mirar solo el éxito final, pero el camino también enseña”, señaló. Además, destacó el desafío y la energía que recibe al conectar con jóvenes deportistas, a quienes ve como una fuente de renovación constante.

Sobre su rol actual, dejó en claro que su vínculo con el básquetbol permanece intacto. Aunque algunos medios anunciaron su retiro como técnico, Magnano aclaró: “A mi edad no voy a dirigir, pero mi ADN es el básquet. Sigo involucrado, participando en campus y compartiendo mis experiencias”. Para él, el básquet no es solo una profesión, sino una pasión que trasciende cargos o títulos.

Al recordar su paso por Atenas y la Selección Argentina, reflexionó sobre el manejo de los egos en equipos repletos de estrellas. "La experiencia fue clave. En Atenas ya había trabajado con figuras, y eso me ayudó a tomar mejores decisiones cuando me tocó liderar a la Generación Dorada", explicó. Con ese plantel, ganó la histórica medalla de oro en Atenas 2004, junto a jugadores como Ginóbili, Scola, Nocioni y Oberto, entre otros.

Magnano también analizó el presente del básquet argentino. Señaló la necesidad de fortalecer las estructuras de base y lamentó la "sangría" de talentos en formación que emigran prematuramente. “La Selección actúa como agente multiplicador, como se ve en el fútbol ahora. Hay que acercar el deporte a los niños en todos los niveles”, subrayó.

Finalmente, criticó la falta de organización en la Liga Nacional. Desde horarios de partidos poco claros hasta la incertidumbre en la televisación, Magnano advirtió: “Debemos preguntarnos qué calidad de básquet ofrecemos si queremos que más gente consuma el deporte. Hay mucho por corregir y mejorar”.

Fuente: Puntal Villa Maria