
Social | 24 ene 2025
Colonias de verano: los clubes de barrio como refugio comunitario en tiempos de crisis
Dirigentes de distintos clubes de barrio de Capital Federal y el Gran Buenos Aires dialogaron con RugidoSagrado.com sobre las colonias de verano, destacando las modalidades innovadoras que implementan, la cantidad de chicos y chicas inscriptos para enero y febrero, y el rol fundamental que cumplen estos espacios en la comunidad. A pesar del impacto de la crisis económica, las colonias se mantienen como un lugar de confianza para las familias y una alternativa accesible frente a otras opciones recreativas.
El Club Italiano (Av. Rivadavia 4731, Capital Federal) es un ejemplo de cómo las colonias de verano pueden adaptarse para incluir a todos. Desde la comisión directiva destacaron una propuesta innovadora que marcó un diferencial este año: “Implementamos un espacio de colonia para adolescentes de 12 a 18 años con discapacidad, como parte del programa ‘Desafiando Límites’. Esta propuesta nos permitió extender el trabajo inclusivo que realizamos durante todo el año, con actividades diseñadas por profesores especializados”. Además, la institución alcanzó cifras récord de participación: “Durante enero tuvimos casi 800 chicos en un solo día, y más de 1000 inscriptos en el mes. Esto no solo refleja la calidad de nuestra propuesta, sino también la confianza que las familias depositan en nosotros”.
El Club Tres de Febrero (Islas Malvinas 2681, General San Martín), con 300 chicos inscriptos, mantiene una trayectoria sólida que ha consolidado su colonia como un referente local. Graciela Lazaroff, presidenta del club, explicó cómo logran combinar diversión y aprendizaje: “Nuestra colonia integra actividades recreativas con campañas educativas. Por ejemplo, trabajamos el cuidado del medio ambiente, promovemos la seguridad acuática y organizamos talleres de arte y deporte. Además, ofrecemos experiencias únicas como pernoctadas y teatro, que los chicos disfrutan muchísimo”. Asimismo destacó el impacto en el crecimiento personal de los chicos: “Estos espacios no solo los entretienen, sino que también los ayudan a desarrollar habilidades sociales y a aprender valores como el respeto y la responsabilidad”.
Las colonias de verano en los clubes de barrio representan un espacio esencial para el desarrollo integral de los niños y niñas. Más allá de ser un lugar de recreación, estas propuestas promueven la actividad física, la sociabilización y el aprendizaje a través del juego. Los participantes no solo disfrutan de la pileta y diversas actividades deportivas, sino que también se les inculcan valores como el trabajo en equipo, la solidaridad y el respeto por los demás.
Por su parte, en el Club Defensores de Santos Lugares (Ernesto Sábato 3162, Tres de Febrero), Federico Corral, vicepresidente, subrayó la importancia de ofrecer una opción accesible para las familias de la zona: “Contamos con alrededor de 250 chicos en enero, un promedio estable en los últimos años. Aunque en febrero suele haber una reducción del 60%, mantenemos precios competitivos para que más familias puedan acceder”. Según él, la confianza es un factor clave en la elección de estas colonias: “Sabemos que muchas familias enfrentan dificultades económicas, pero priorizan enviarnos a sus hijos porque confían en la calidad y la seguridad de nuestras actividades”.
Inclusión y particularidades que marcan la diferencia
El Club Castelar (Av. Zeballos 2650, Morón) se ha destacado en los últimos años por su enfoque inclusivo. Belén Sena, presidenta del club, explicó cómo han logrado diferenciarse: “Somos una de las pocas colonias que aceptamos niños desde los 2 años, incluso si usan pañales. Esto ha marcado un antes y un después para muchas familias que buscaban un lugar confiable para los más pequeños”. Aunque la institución notó un descenso en la cantidad de inscriptos este verano, la máxima dirigente destacó la fidelización de las familias: “La mayoría de los chicos que asisten ya venían de otros años. Esto nos gratifica enormemente porque demuestra que las familias valoran nuestro trabajo y confían en nosotros”.
El impacto comunitario de las colonias
En el Club Brisas del Sud (Guardia Nacional 1956, Capital Federal), Daniel Maiocco, su presidente, resaltó el impacto de las colonias no solo en los chicos, sino en toda la comunidad: “A pesar de que tuvimos una baja del 30% en inscriptos respecto al año pasado, seguimos apostando a que la colonia sea un espacio donde los chicos no solo jueguen, sino que también aprendan valores como el compañerismo y la solidaridad”.
Los clubes como motor de la comunidad
En medio de la crisis económica, las colonias de verano de los clubes de barrio siguen demostrando su importancia como espacios inclusivos, accesibles y confiables. Más allá de ser una opción recreativa, estas colonias son un refugio donde los chicos no solo juegan, sino que también aprenden, crecen y forman parte de una comunidad que los acompaña en su desarrollo integral.


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