Las jóvenes promesas llamaron la atención en los CAM 23

Casi 300 jugadores de todas partes del pais hicieron fila para competir durante 5 dias la competencia más esperada de todos los años, los Campeonatos Argentinos Juveniles e Infantiles. En esta oportunidad, el Centro de Convenciones de la Universidad de La Punta se erigió como sede, y el éxito fue, sin dudas, rotundo.

En Sub 16 femenino, Nahiara Galeano (Riachuelo Corrientes) fue la número 1 por Match Desempate, pero por detrás de ella apareció Juliana Menduni Gavarotto, una joven incipiente y talentosa jugadora del Circulo del Atlántico (Costa Atlántica) que sorprendió a más de uno por sus dotes con el ajedrez y seguramente dará qué hablar en el futuro cercano. En diálogo con la web de FADA, Adrian Sosa, su entrenador, dio más detalles de la excelente performance de su alumna: “Este fue el segundo campeonato válido al ELO en el que se presenta, y su primer campeonato argentino. Ademas, dentro de su categoría, era la que menos experiencia tenía. La realidad es que su actuación fue deslumbrante, fantástica, con sólo 2 años dentro de este deporte”.

Juliana disputó 9 rondas en San Luis, ganó en 6 ocasiones e hizo tablas en 3; contra la campeona, por ejemplo, empató, pero su juego fue destacado por los grandes referentes del ajedrez. “Noté una madurez interesante a la hora de jugar y al momento de cómo encarar el transcurso del torneo, y supo controlar los nervios. Ella vive este deporte de una forma muy apasionada, todos los días juega, estudiamos en la semana, quiere aprender cosas nuevas todo el tiempo y busca material constantemente”, aseveró con emoción Adrian Sosa, quien agregó que comenzó a tomar clases en el Círculo a mediados del 2021 y que en febrero del 2022 arrancó con clases particulares.

Otro de los casos en constante crecimiento viene desde Villa Martelli, y tiene nombre y apellido: Leandro Frutos. Como participante de la categoría Sub 14 Absoluto, se convirtió en campeón tras las 9 rondas, producto de 5 victorias y 4 tablas. Su madre, Ariana, se mostró orgullosa por su rendimiento, uno más en su corta pero cautivadora carrera: “Lo vi confiado y seguro de sí mismo. En las partidas donde hizo tablas salió un poco molesto, porque el sabía que podía dar más, pero todo es aprendizaje”.

“Lo veo mejorando constantemente. Ademas estudia y se prepara en el anonimato muchas veces. Como persona y jugador fue creciendo a lo largo de estos años, y mejorando y aprendiendo a no confiarse y preparar a su rival con técnica y estrategias”, concluyó su madre.  

Fuente: Federación Argentina de Ajedrez