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Otros | 24 feb 2023

Natacion

El deporte como esperanza: la historia de Anila, la correntina que sufrió una enfermedad y se refugió en la natación

Anila tiene 52 años y a los 46 comenzó a practicar natación después de ser diagnosticada con Inmunodeficiencia Primaria (IDP). Actualmente se prepara para nadar a larga distancia y asegura que dicho deporte mejora su calidad de vida día a día.


Anila Rindlisbacher, a los 23 años, creó una empresa de marketing promocional con su hermano y después de 13 años comenzó a tener un problema respiratorio que no sabía de dónde venía, por lo que quedó en cama con internación domiciliaria durante seis años. “No me podían diagnosticar, era muy difícil y sentía una incertidumbre total”, expresó.

Los síntomas que aparecieron fueron broncoespasmos, laringoespasmos que no le permitían hablar ni comer, por lo que sólo consumió líquido durante seis años e hizo que bajara de peso. Después de varios estudios médicos, la doctora Liliana Bezrodnikle le dijo que tenía Inmunodeficiencia Primaria (IDP). Estuvo tres años en tratamiento, pero a los seis meses del diagnóstico decidió cerrar su empresa de marketing porque “era imposible seguir adelante con la enfermedad”.

A los 46 años, Rindlisbacher empezó a nadar “de casualidad”, ya que el médico traumatólogo le había dicho que haga yoga, pilates o natación por sus dolores de cintura de tanto sedentarismo. “Yo elegí natación y a los dos meses de empezar a nadar en pileta ya hice mi primera travesía de aguas abiertas en Entre Ríos sobre el Río Uruguay. Ahí me di cuenta que me resultaba fácil nadar y cuanto más nadaba mejor me sentía”, aseguró la mujer.

La correntina se prepara para nadar en distancias largas, de más de 10 kilómetros. Sus entrenamientos son intensivos, seis días en la semana y algunos son de doble jornada. Ella no compite con los demás, sino que le gusta unir puntos, por ejemplo una ciudad con otra. “Este año hice Villa Urquiza-Paraná, en el Río Paraná; Concordia- Puerto Yeruá sobre el Río Uruguay, me había preparado para hacer Paso de la Patria, Corrientes sobre el Río Paraná, que no pude viajar en esa fecha que fue el 14 de enero, así que la voy a hacer el año que viene”, detalló.

Para Anila la natación mejoró los síntomas al cien por ciento. “Actualmente, yo no tomo medicación, todo lo combato con la natación porque la enfermedad la tengo, solo que yo combatí con el deporte, es decir, la natación es lo que todos los días mejora mi calidad de vida”, concluyó.

Fuente: Via Pais

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