El bar Ping Pong, una atracción deportiva que resplandece en todo el pais

Nicolas Cañeque, ex jugador de squash y actual empresario deportivo, es de esas personas que, ante la oscuridad que agobia al país, encuentra luz en las oportunidades. En plena pandemia decidió comprar el buffet del club Rio de La Plata, ubicado en Iberá 5257, Villa Urquiza, y reconvertirlo en un lugar soñado para practicar y enseñar ping pong.

Los conocimientos del deporte están instalados hace más de 10 años en la cabeza de Nicolas. Creó la fundación “Volver a Jugar”, que trabaja con el deporte como medio de inclusión para los chicos que están en situación de pobreza, y allí colocó al ping pong (también conocido como tenis de mesa).

Con el paso de los años y el trabajo profesional y constante, bar Ping Pong se posicionó a nivel nacional, de lleno, como una marca inquebrantable para practicar dicho deporte. “La fórmula es trabajar y observar todo el tiempo qué es lo que quiere el cliente. El jugador no deja de ser un consumidor y es interesante ver qué está buscando o qué necesita. Hay distintos tipos de perfiles: están aquellos que quieren venir a jugar y entrenar, están los que pretenden divertirse y tomar una cerveza, y otros tantos que buscan realizar alguna actividad social y entretenida. Nuestro bar es el único en Argentina que puede ofrecer todo el espectro: desde un alto entrenamiento hasta la escuelita de niños o simplemente, tomar una cerveza y jugar al ping-pong”, señala el dueño del lugar en diálogo con Rugido Sagrado, detrás de un ambiente repleto de apasionados jugadores, imagen que se repite en cualquier horario del día.

El bar tiene 23 mesas de ping pong de la marca argentina Almar que se pueden utilizar de forma gratuita, todas con redes profesionales. Este innovador modelo de negocio está revolucionando sin dudas la práctica del tenis de mesa en Argentina, lo cual genera que cada día más personas se acerquen al practicar tan lindo deporte. Además posee una academia de tenis de mesa dictada por Oscar Roitman cuatro veces a la semana (actual entrenador de la selección de menores de Argentina), y una escuelita de menores con dos turnos.

“Desde hace más de 10 años que la gente no solo busca practicar un deporte, sino que lo que busca es un servicio. En nuestro bar podés jugar mientras te tomas una cerveza, por ejemplo, y desconectas con tus amigos. Todo el tiempo estamos intentando generar nuevos y mejores servicios, entendiendo que el ping-pong es un argumento”, comenta Nicolas sobre los ejes en este emprendimiento que no llega a los dos años de vida.

Recientemente, el bar realizó tres eventos solidarios y un torneo a beneficio de Juampi Castet, campeón del mundo con Síndrome de Down, y juntó 126 jugadores y se jugaron nada más y nada menos que 251 partidos; no es la primera vez que lo llevan adelante, al contrario, este tipo de acciones nacen del corazón de Nicolás a cada segundo. En el último mes, el bar recaudó y donó la cifra de $95.800, destinada a apoyar a la selección Argentina Sub19 de tenis de mesa y al mencionado deportista. Y, en relación a otras competencias, agrega: “Todos los lunes hacemos dos tipos de torneos que son abiertos a la comunidad. El tenis de mesa tiene una plataforma que la inventó Alejandro Gómez -creador de la empresa Almar- que se llama TMT (Tenis de Mesa para Todos), en donde los clubes compiten entre sí y el que quiera jugar para un club, debe registrarse y con eso puede ir a jugar a donde quiera. Nosotros hacemos tres torneos TMT por mes y un TMT grande al mes que, en realidad, es lo que te permite el sistema”.

Por último, Nicolás Cañeque contó los objetivos a mediano y largo plazo: “Estamos trabajando para poder abrir una nueva sede. Nuestro sueño es tener tres, con la misma cantidad y calidad de mesas, y a futuro, poder tener una cadena de bar Ping Pong. Sabemos que es un desafío inmenso, pero vamos a enfocarnos en ello”.