jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Futsal | 7 oct 2021

Mundial Lituania 2021

Ricardinho y Lucuix, dos historias de superación en la final del Mundial de Futsal

La final del Mundial de Futsal que se disputó en Lituania terminó con victoria 2-1 para Portugal, que consiguió su primer Copa del Mundo y significó un sueño cumplido para su capitán, Ricardinho, que tuvo que reinventarse para formar parte. Del otro lado Matías Lucuix, ex figura de la selección de Argentina que una triple fractura en el Mundial de 2012 lo convirtió en un exitoso entrenador.


Lucuix se reinventó después del retiro por una dura lesión: 

La selección de Argentina llegaba al Mundial de Tailandia 2012 con el objetivo de alcanzar el podio y su figura era el elegante ala Matías Lucuix. Con 26 años la rompía en la liga de España y había fichado para el Inter Movistar, el equipo más ganador, luego de un gran paso por el Caja Segovia, al que llegó desde River, equipo del que es hincha y de donde surgió.

La albiceleste había vencido a México, caído ante Italia y clasificado luego del 7-1 ante Australia, pero en ese partido ocurrió lo peor. Lucuix chocó con un rival y eso le provocó una terrorífica lesión. Los médicos dijeron que parecía que había tenido un accidente de tránsito. Sufrió una triple fractura de tibia y peroné. Le colocaron 20 tornillos y dos placas y aún así intentó volver a jugar pero, dos recaídas y tres años después, anunció su retiro.

A posteriori, Lucuix hizo el curso de entrenador, regresó a Argentina y fue entonces que Diego Giustozzi, que asumía como entrenador de la selección, lo llamó para sumarlo a su cuerpo técnico. Juntos salieron campeones del mundo en Colombia 2016 y, cuando Giustozzi emigró a España, Lucuix tomó el mando. No le fue nada mal en este Mundial de Lituania. Hicieron delirar a los hinchas eliminando a Brasil en una semifinal inolvidable y merecieron más en la final ante Portugal.

La última oportunidad de Ricardinho:

El capitán de Portugal llegó como la figura al Mundial de Lituania pero no solo le fue muy difícil llegar por una dura lesión a sus 36 años, sino que además esta sería la última oportunidad de conseguir el título que le faltaba a su palmarés, el de campeón del mundo.

Luego del retiro del brasileño Falcão, el mejor de este deporte, Ricardinho ocupó ese lugar entre los que seguían en actividad y, pese a sus seis balones de oro, hasta él mismo se negaba a retirarse sin su Mundial.

Hace seis meses estaba en la cama de un hospital. Fue la operación más complicada de mi carrera. Apenas podía dar patadas a un balón. Tuve que trabajar más duro de lo que puedas imaginar para hacerme un hueco en la convocatoria, sabía que era mi última oportunidad y que siempre lamentaría no ganar el Mundial”, declaró a FIFA el 10 luso, que es un verdadero mago con la pelota en los pies. Pero para esta Copa del Mundo tuvo que reinventarse. Le costó ganarse un lugar y sus minutos en cancha fueron bien dosificados por el entrenador Jorge Braz.

De la magia que lo caracteriza fueron destellos y aún así le dio la asistencia a Pany Varela para el segundo gol ante Argentina que les valió el tan ansiado título. “Éramos los mejores de Europa, necesitábamos ser los mejores del mundo”, dijo tras la final.

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