Piano piano, si va lontano

“Empezar a correr a los 40 años me cambió la vida. Pesaba 84 kilos y sufría algún que otro ataque de taquicardia. Incluso tenía miedo de no llegar a mayor”. Estas palabras le pertenecen a Miquel Pucurull, el mítico y popular maratoniano catalán que, con 82 años, aún se apunta a correr maratones. Sin ir más lejos, el próximo 7 de noviembre intentará completar su maratón número 47 en Barcelona, de la mano de una de sus frases cabecera: “Piano piano, si va lontano” (Poco a poco se llega lejos, en español).

Su ejemplo puede servir como motivación para aquellos atletas que se han calzado las deportivas por primera vez a raíz de esta pandemia. Y también, lógicamente, como espejo –de experiencia y mucho más- para aquellos que han vuelto a correr tras muchos años sin hacerlo.

Florencia Allevatto es fanática del running. Siempre corrió con objetivos en Argentina, pero de forma amateur, y hace un año y medio comenzó a hacer carreras cortas en pista. En dialogo con Rugido Sagrado opinó sobre este caso tan particular: “No me sorprende en absoluto la historia de Miquel. El running no tiene límite de edad y trae muchos beneficios para el que lo practica, por eso nunca es tarde para empezar. Creo que este deporte es muy personal, ya que cada persona empieza por diferentes motivos, con objetivos personales y luego cada uno también lo lleva al nivel de exigencia que desea”.

“Siempre me gustó mucho hacer deporte y, personalmente, creo que todas las personas debieran practicar alguno. En particular, encontré en el running mi cable a tierra. Salir a correr es mi momento del día, en el que desconecto con la vorágine cotidiana y lo dedico para mí. Por eso, no importa cuán atareado sea mi día, siempre me adapto para hacerme un lugar para entrenar”, agregó la atleta, que trabaja en Perfilesdealuminio.net.

El español recomienda volver a correr “de forma paulatina”, incluso más “para aquellos que jamás lo hayan hecho”. “Yo empecé caminando y corriendo, de forma alterna”, dijo en una entrevista.

Su planificación consiste en trotar 1 minuto y andar otro, cinco veces todos los días de la primera semana. Esto es, 10 minutos de ejercicio 5 veces la primera semana. Y el plan prosigue de esa forma “creciente”. Odia que la gente lo vea como un anciano “porque no lo soy”, reconoce. Volviendo al plan, “a la segunda semana, el trote pasa a ser de 2 minutos, combinado con 1 de andar”. Y las repeticiones, las mismas, 5. Por lo tanto, “pasamos a un total de 15’/5 días de la semana”. La semana siguiente, la tercera, se incrementa a 3 minutos para un total de 20’/5 días.

En relación a los beneficios de hacer running, Florencia Allevatto comentó que “no son sólo físicos sino también mentales. No hay duda que el ejercicio aeróbico contribuye notoriamente a la salud de las personas, pero lo hace de igual manera al nivel mental, siendo un canal de descarga de las exigencias o preocupaciones que acarrea cada uno. Cada persona que corre tiene sus propias metas pero, aún así, el hecho de terminar cada entrenamiento propuesto e ir viendo la superación y evolución día a día de cómo el cuerpo se adapta y responde mejor en cada salida, es una gratificación que sólo puede entender quien lo experimenta”.