domingo 21 de diciembre de 2025 - Edición Nº2573

Hockey | 20 dic 2025

Selección Argentina

El Mundial de Las Leoncitas bajo la lupa del cuerpo técnico: un equipo que fue de menos a más

Tras la nueva final perdida ante Países Bajos en el Mundial Junior, Juan Manuel Blanco, integrante del cuerpo técnico de Las Leoncitas, analizó el subcampeonato en diálogo con Rugido Sagrado Radio. El entrenador repasó el proceso de trabajo, el crecimiento del equipo a lo largo del torneo y los desafíos que enfrenta Argentina para seguir compitiendo con las potencias del hockey mundial.


La selección argentina Sub 21 de hockey sobre césped volvió a quedar a un paso del título mundial. En Santiago de Chile, Las Leoncitas cayeron 2 a 1 frente a Países Bajos y se quedaron con la medalla de plata en el Mundial Junior, un resultado que confirma el protagonismo sostenido de Argentina en la categoría. La derrota volvió a inscribirse en una rivalidad que ya marca época. En cinco de los últimos seis Mundiales Junior, Argentina y Países Bajos se enfrentaron en la final. 

Más allá del resultado, el cuerpo técnico encabezado por Juan Martin “el Gato” López volvió a poner el foco en el proceso formativo. “Es un trabajo largo, de dos años. Este es el segundo Mundial que jugamos y en los dos conseguimos la medalla de plata. El resultado importa, pero nuestra tarea principal es formar jugadoras para el futuro de Las Leonas y transmitir el sentido de pertenencia y el respeto por la camiseta”, explicó Juan Manuel Blanco, integrante del cuerpo técnico, en Rugido Sagrado Radio (FM 105.1).

El camino en el torneo no fue lineal. A diferencia de otras competencias, Las Leoncitas fueron de menos a más en un formato exigente, donde una derrota en la fase de grupos podía dejarlas fuera de los cuartos de final. “El partido con Alemania fue bisagra. Los cuartos siempre tienen un peso extra, porque ya te metés entre los cuatro mejores”, analizó el entrenador. En semifinales, Argentina superó con autoridad a China por 3 a 0 y volvió a meterse en una final mundial. Del otro lado apareció, otra vez, Países Bajos. “Sabíamos que tenían un gran equipo, pero confiábamos en nuestras herramientas. Dentro de todo, y más allá del resultado, las chicas hicieron un muy buen partido”, remarcó.

Uno de los puntos más destacados del proceso fue el crecimiento individual y colectivo de las jugadoras. “Recibimos chicas de 16 o 17 años y las vemos terminar con 20 o 21. Cambian mucho como personas y eso se refleja en la cancha: en la comunicación, en cómo gestionan los momentos del partido, en el liderazgo”, señaló Blanco.

El roce internacional continúa siendo una de las diferencias con las potencias europeas. “Ellos llegan con muchos más partidos internacionales. Nosotros intentamos compensarlo con horas de entrenamiento y dedicación, pero ese rodaje se nota”, reconoció.

Pese al golpe, el mensaje final fue de convicción. “Mientras el equipo sea competitivo y sienta que está cerca del resultado, indica que estamos por el buen camino. En algún momento esa pared se va a romper”, concluyó.

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