martes 28 de octubre de 2025 - Edición Nº2519

Discapacidad | 28 oct 2025

Básquet

Le dijeron que no volvería a caminar, pero aprendió a volar en una silla de ruedas: la historia de Bautista Sanabria

A los cinco años, Bautista Sanabria dejó de sentir las piernas. Un tumor en la médula espinal, consecuencia de una leucemia, lo obligó a enfrentar una dura batalla médica que cambió su vida para siempre. Diez años después, aquel niño de Burzaco que conoció el dolor y la incertidumbre se prepara para cumplir un sueño: representar a la Argentina en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Chile 2025.


El torneo, que se desarrollará entre el 31 de octubre y el 9 de noviembre del próximo año, reunirá a más de 1.500 atletas de todo el continente. Bautista será uno de ellos. Entrena tres veces por semana en el polideportivo de Ministro Rivadavia, donde combina básquet adaptado, natación y gimnasio.

“El deporte me enseñó que soy más fuerte de lo que pensaba”

Bautista recuerda con precisión el momento en que todo cambió. “Fue repentino. Empecé con dolores de espalda muy fuertes y pasé por muchos hospitales hasta que en el Garrahan quedé internado. Una noche, al acostarme, dejé de sentir las piernas”, relata. Tras varios estudios, los médicos confirmaron el diagnóstico: un tumor en la médula espinal. “Pasé por rayos, quimioterapia, y por suerte me pude recuperar. Pero me quedó la lesión que me dejó sin caminar”.

Con el paso de los años, aquella adversidad se transformó en impulso. El básquet adaptado se convirtió en su refugio y en una nueva manera de desafiar límites. “Mi primer entrenamiento fue una mezcla de nervios y emoción. No sabía cómo moverme en la silla, pero enseguida sentí que era mi lugar. Me di cuenta de que podía competir, mejorar y disfrutarlo”, dice.

Hoy, con la camiseta argentina sobre el pecho, vive un sueño que parecía lejano: “Cuando me dijeron que iba a integrar la Selección fue una felicidad enorme. Representar los colores de mi país era algo que siempre soñé, y cuando se cumplió sentí que todo el esfuerzo valió la pena”.

Un sueño sobre ruedas

Su próximo desafío es conseguir una silla deportiva profesional, una herramienta esencial para competir al máximo nivel. El obstáculo es el costo, que supera varios millones de pesos. Por ahora, Bautista utiliza una silla prestada en sus entrenamientos, pero sabe que necesitará la suya propia para los compromisos internacionales.

De aquel niño que perdió la movilidad a los cinco años al joven atleta que se prepara para competir en los Parapanamericanos, la historia de Bautista Sanabria es una lección de superación. “El deporte me enseñó que soy más fuerte de lo que pensaba, que no hay límites cuando uno se propone algo. Todo se puede lograr con esfuerzo, disciplina y ganas”, afirma con la convicción de quien ya aprendió a vencer.

Fuente: Clarín

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