lunes 27 de octubre de 2025 - Edición Nº2518

Otros | 26 oct 2025

Bote Dragón

Juntas es mejor: mujeres que reman contra el cáncer

Cada octubre, el mundo se tiñe de rosa en conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha que recuerda la importancia de la detección temprana, el acompañamiento y la prevención. En Argentina, una disciplina deportiva poco conocida ha logrado unir la fuerza del cuerpo con la del espíritu: el Bote Dragón, una práctica que combina el remo con la rehabilitación física y emocional. En Rugido Sagrado Radio (FM 105.1), conversamos con Mariana Gérez, sobreviviente de cáncer de mama y presidenta de la Asociación Civil Rosas del Mar, un equipo de remo integrado por mujeres que enfrentan o han superado esta enfermedad. Desde la Laguna de los Padres, en Mar del Plata, compartió su historia, el crecimiento del grupo y la poderosa simbología que guarda esta actividad.


“La técnica del Bote Dragón favorece que no aparezca el linfedema o que, si ya está presente, no aumente”, explica Gérez. Este efecto secundario, común en quienes han pasado por una cirugía con vaciamiento axilar, provoca la inflamación del brazo. “El movimiento repetitivo del remo facilita el flujo linfático, evitando que la inflamación empeore”, agrega.

Lejos de haber sido deportista, Mariana reconoce que el encuentro con el remo fue casual y transformador. “Nunca había hecho deportes acuáticos. El 98% de las que practicamos Bote Dragón y atravesamos cáncer de mama no teníamos contacto con el agua. Todo empezó cuando una compañera del grupo, que también había pasado por la enfermedad, contó que en otras partes del mundo remaban como parte de la rehabilitación. Armamos un chat, nos reunimos en una plaza de Mar del Plata, elegimos un nombre y salimos a buscar un lugar donde entrenar", cuenta.

Así nació Rosas del Mar, un proyecto que comenzó con quince mujeres y hoy reúne a más de cuarenta. El Club de Remo Atlantis fue el primero en abrirles las puertas, y el reconocido entrenador Román Palet, exentrenador de remeros olímpicos como los hermanos Rosso y Agustín Cena, decidió acompañarlas. 

Una historia de detección temprana y esperanza

Mariana fue diagnosticada en 2019. Su caso es un ejemplo de la importancia del control anual y la detección temprana. “Me faltaba un mes para mi control anual y descubrí un bulto cerca de la clavícula. No pensé que podía ser cáncer, creí que era una contractura. Pero mi profesor de gimnasia me insistió para que fuera al médico, y ahí empezó todo. Me hicieron estudios y confirmaron el diagnóstico”.

Tras atravesar cirugía y quimioterapia, Mariana destaca el rol del apoyo psicológico y del deporte en su recuperación: “El diagnóstico te paraliza, porque te enfrenta a la finitud de la vida. Pero tuve acompañamiento y eso fue clave. Por suerte lo detecté a tiempo y pude salir adelante. El remo me ayudó a poner la mirada en otro lugar”.

La importancia del control médico

Consultada sobre la prevención, la deportista es clara y contundente: “El autoexamen es fundamental, pero no reemplaza los estudios por imágenes. Hay tumores que no son palpables. A partir de los 40 años, las mujeres deben hacerse mamografía anual y siempre consultar al médico. El control y la consulta a tiempo salvan vidas".

Aunque reconoce que los casos de cáncer de mama siguen en aumento, también valora los avances en diagnóstico y tratamiento: “Lamentablemente, cada vez hay más casos, pero también más detección temprana. Eso permite un abordaje más eficaz. La mayoría de nosotras en Rosas del Mar estamos vivas porque lo detectamos a tiempo".

Un mensaje que late en rosa

Rosas del Mar no solo representa la superación individual, sino también la fuerza colectiva de mujeres que encontraron en el agua un nuevo comienzo.
Su historia, como la de tantas otras, nos recuerda que el cáncer de mama detectado a tiempo es curable en más del 90% de los casos, y que la prevención sigue siendo la herramienta más poderosa.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
MÁS NOTICIAS