domingo 19 de octubre de 2025 - Edición Nº2510

Discapacidad | 19 oct 2025

Karate

De vender golosinas en Córdoba a pelear por un sueño olímpico en Japón: la vida de Juan Matías Díaz

A los 46 años, el karateca cordobés Juan Matías Díaz se prepara para disputar su última competencia internacional: las Sordolimpiadas de Tokio 2025, donde será el único representante argentino en su disciplina. El evento reunirá a más de 8.000 atletas sordos de todo el mundo y marcará el cierre de una carrera deportiva de 28 años llena de esfuerzo, sacrificio y logros internacionales. Sin embargo, el sueño del retiro ideal enfrenta un obstáculo conocido: la falta de recursos económicos. El viaje, que incluye pasajes, estadía e inscripción, tiene un costo estimado de entre 3.500 y 4.000 dólares, pero los aportes confirmados por la Agencia Córdoba Deportes y el Ministerio de Desarrollo Humano apenas cubren 2.000 dólares.


La historia de Díaz es una de resiliencia y voluntad inquebrantable. A los siete años, una caída de la cama le provocó un golpe en la cabeza que derivó en una sordera total. Cinco años más tarde, comenzó a vender golosinas en los colectivos interurbanos de Córdoba para colaborar con su familia.

A los 17, encontró en el karate no solo un deporte, sino una filosofía de vida. Desde entonces, su crecimiento fue constante. En 2008 obtuvo la medalla de oro en el Preolímpico de Taipei, y cuatro años después alcanzó el cuarto puesto en el Mundial de Isla Margarita (Venezuela). En 2013 logró una de las dos únicas medallas argentinas en las Sordolimpiadas de Sofía (Bulgaria): la plata en su categoría.

En 2016 volvió a subirse al podio, con un bronce en el Mundial de Samsun (Turquía), y sus últimas participaciones olímpicas fueron en 2017 (Turquía) y 2021 (Brasil), donde finalizó quinto en ambas oportunidades.

El camino de Díaz estuvo marcado por el esfuerzo. En 2012, mientras se preparaba para el Mundial de Venezuela, vendía alfajores en los colectivos de Córdoba para financiar sus viajes. “A partir de los 12 años salió a vender golosinas en los ómnibus interurbanos para poder defenderse y ayudar a su familia”, recordó su entrenador, Novak.

Actualmente, Juan trabaja como instructor contratado por la Agencia Córdoba Deportes, dicta clases en el estadio Mario Alberto Kempes y en un predio de Villa Allende, además de enseñar en el IVIS, una institución bilingüe para personas sordas. Su tarea docente le permite compartir su experiencia tanto con alumnos con discapacidad como con lo que él llama “convencionales”.

Con casi tres décadas de trayectoria, Díaz busca cerrar su carrera en el lugar más simbólico para las artes marciales: Japón. “Tokio es el sueño final, el cierre perfecto para todo lo que luché”, expresó.

Fuente: Perfil

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