La cumbre alcanzada por quien empezó desde el suelo más duro: la historia de Gabriel Rueda

Gabriel Rueda tiene 34 años, vive en Barcelona y divide su tiempo entre los entrenamientos de alto nivel en trail running y su trabajo como analista de datos. “Tengo auspicios, así que con un empleo de medio tiempo me alcanza. Estoy orgulloso de equilibrar mi profesión con el deporte, recordando siempre de dónde vengo”, asegura.

Su presente de atleta profesional y referente del deporte salteño a nivel mundial contrasta con sus orígenes en El Candado Grande, un paraje rural de Salta que hoy ya no existe. Allí creció junto a sus padres y cinco hermanos, en una casa de adobe y madera, sin electricidad ni agua corriente, rodeado de pobreza pero también de solidaridad comunitaria. “Donde nací no había nada, estábamos aislados. Criábamos chanchos y gallinas, cultivábamos maíz y papas, y cuando alguien cazaba, compartía con todos porque no había heladeras”, recuerda.

La educación fue su primer motor de cambio. En la escuelita del paraje, con una única maestra para todos los niveles, aprendió a leer antes que sus compañeros. A los nueve años, su familia se mudó a Aguas Blancas, lo que le permitió continuar la secundaria. Allí un profesor descubrió su facilidad para las matemáticas y lo entrenó para las olimpiadas nacionales. En ese contexto escuchó hablar por primera vez del Instituto Balseiro y decidió que quería ser ingeniero nuclear.

Su camino lo llevó primero a estudiar Ingeniería en Petróleo en Cipolletti, y más tarde a rendir el exigente examen de ingreso al Balseiro, donde obtuvo una beca mensual que le abrió un mundo nuevo: “Por primera vez pude ir al supermercado y llenar el carrito”, recuerda. Se graduó en 2014 e ingresó a la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Paralelamente, el deporte comenzó a ganar espacio en su vida. Lo que empezó como entrenamiento personal se transformó en competencia cuando un entrenador detectó su talento para la montaña. Tras consagrarse en la 4 Refugios de Bariloche, entendió que el trail running podía ser más que un pasatiempo. En 2021 se instaló en España para realizar un máster en Big Data y Ciencias de Datos, y al mismo tiempo consolidarse como corredor profesional. Dos años más tarde firmó un hito histórico para Argentina: completó el Ultra-Trail del Mont Blanc en 21 horas y 59 minutos, quedándose con el 13º puesto, la mejor marca nacional en esa competencia.

El 27 de septiembre de 2025 volvió a vestir la camiseta argentina en el Mundial de Trail en Canfranc, España, donde finalizó 19º entre 1.800 participantes. Sin embargo, no se conforma: “Quiero seguir entrenando y compitiendo al más alto nivel mientras mi cuerpo me lo permita”, proyecta.

Fuente: Salta Soy