Florencia Massenzana: psicóloga, mamá y campeona del mundo con Las Murciélagas

“Escuchar el himno es algo inexplicable. Nunca lo pude cantar porque se me hace un nudo en la garganta”, admite la jugadora, que nació con disminución visual y fue perdiendo la vista con el paso de los años. Ese amor por la camiseta nacional se potencia con el esfuerzo cotidiano: a los tres meses de haber sido mamá de Sabrina ya estaba entrenando con la Selección. 

La pasión por el fútbol la heredó de su padre, fanático de Chacarita, aunque el destino se encargó de abrirle el camino recién en 2018, a partir de una invitación que le llegó por Facebook: “¿Por qué no venís a jugar al fútbol para ciegos?”. La propuesta la llevó al Instituto Rosell. Ese primer día no pudo entrenar porque estaba rindiendo un examen, pero se comprometió a volver. Y cumplió. Desde entonces, nunca más faltó.

“El fútbol es mi cable a tierra. Cuando entro a la cancha dejo los problemas del otro lado de la valla. Es dejar el bastón un rato, es liberador, me representa libertad”, asegura Florencia, convencida de que la pelota le cambió la vida.

Más allá de la cancha, también construyó un camino académico que refleja su carácter y determinación. Estudió Psicología en la Facultad de San Isidro, donde se graduó en 2015 con uno de los mejores promedios. Las becas obtenidas le permitieron sostener su formación. “Cuando fui a consultar me advirtieron que iba a ser difícil. Eso me motivó más. Nunca la tuve fácil, pero nunca me rendí. Si me dicen que no voy a poder, me pongo en la cabeza que sí, que lo voy a lograr”, afirma.

Fuente: Paradeportes