
Fitness | 13 sep 2025
Running
Marcelo Tordomar, un trotamundos que dejó su huella en la Bimbo Global Race
La décima edición de la Bimbo Global Race reunió el 7 de septiembre a más de 10.600 corredores en la Ciudad de Buenos Aires, consolidándose como el evento solidario más grande del país. La iniciativa no solo convocó a miles de atletas en los bosques de Palermo, sino que también dejó una marca profunda: por cada inscripto, Grupo Bimbo donó 20 rebanadas de pan, lo que resultó en más de 213.000 rebanadas destinadas a bancos de alimentos de Buenos Aires y Córdoba. Entre los participantes se destacó Marcelo Tordomar, un runner con 35 años de experiencia y una pasión inquebrantable por el deporte. Invitado a Rugido Sagrado Radio (FM 105.1), contó cómo vivió una carrera que significó mucho más que un simple test de 10 kilómetros.
Una fiesta del running
La jornada fue un verdadero espectáculo deportivo. Con circuitos de 3, 5 y 10 kilómetros, además de una categoría kids, la carrera incluyó a corredores de todas las edades y niveles. “La convocatoria me sorprendió. Éramos unas 10.000 personas disfrutando de un día espectacular. El recorrido por Palermo, Recoleta y Aeroparque fue una fiesta. Había sol, verde y buena onda en cada rincón. Y la organización estuvo impecable, desde la largada hasta los puestos de hidratación”, relató Tordomar.
Más allá del marco deportivo, lo que más destacó Marcelo fue la inclusión: “En la misma línea de largada podés compartir con un atleta de élite, con alguien en silla de ruedas o con un corredor amateur. Eso es lo lindo del running: todos estamos en igualdad de condiciones, más adelante o más atrás, pero compartiendo la misma pasión”.
Un trotamundos con alma de aprendiz
A los 60 años, Marcelo acumula no solo kilómetros sino también historias. En los últimos 15 años, cambió las calles por la montaña y comenzó a participar en las pruebas más extremas del planeta. Una de sus últimas aventuras fue en el desierto de Gobi, en Mongolia, donde corrió 250 kilómetros en seis días. “Lo hago por pasión y también para motivar a otros. La edad no es un impedimento. No existen objetivos imposibles si uno se organiza, planifica y cree en lo que hace”, afirmó.
Su próximo desafío será en Bariloche, donde correrá 55 kilómetros en el marco de la Bariloche by UTMB, con más de 5.700 metros de desnivel positivo. Y más allá de los destinos internacionales que visitó —ya recorrió alrededor de 100 países—, Marcelo insiste en que “Argentina lo tiene todo”: “No tenemos nada que envidiarle a nadie. Nuestros lagos, montañas, glaciares y cataratas son únicos. Cada vez que viajo busco correr y llevarme ese recuerdo, pero correr en casa también es un privilegio”.
El secreto: pasión y prioridades
Cuando se le preguntó cuál es el motor que lo mantiene activo a los 60, Marcelo no dudó: “El secreto es la pasión. Hacer lo que te gusta. No importa si es correr o cualquier otra actividad física, lo importante es que te genere disfrute y continuidad. Muchos dicen ‘no tengo tiempo’, pero en realidad es un tema de prioridades. Yo llegué a ir corriendo al trabajo para no restarle tiempo a mi familia ni a mi profesión”.
Su mensaje trasciende el deporte: “No hay objetivos imposibles. La edad no cuenta. Lo que importa es la pasión y el compromiso con lo que uno ama. Yo quiero seguir corriendo hasta los 100 años, y si me toca irme, que sea en un desierto, feliz, corriendo”.


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