domingo 24 de agosto de 2025 - Edición Nº2454

Discapacidad | 24 ago 2025

Basquet

El hombre que entrena campeones y vende pollos para llegar al Mundial de básquet silencioso

Claudio “El Colo” Papini es un referente en Río Tercero (Córdoba). Profesor de educación física, entrenador deportivo y dueño de un gimnasio, desde hace cinco años también tiene un rol clave en la Selección Argentina de Básquet Silencioso: es el preparador físico de Los Topos, el equipo nacional integrado por jugadores sordos que en noviembre competirán en los Juegos Olímpicos para personas con discapacidad auditiva, en Tokio, Japón.


A diferencia de los Juegos Paralímpicos, los atletas sordos no son reconocidos en ese circuito internacional y cuentan con su propio olimpismo. Esta particularidad genera una gran desventaja en países como la Argentina, donde el apoyo estatal al deporte es escaso, y aún más reducido para disciplinas que no forman parte del movimiento olímpico ni paralímpico. Papini lo resume con claridad: “Somos quintos en el ranking mundial, pero desde un amateurismo muy profundo, enfrentando a selecciones semiprofesionales o profesionales”.

Un presupuesto que no alcanza

La Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes solo destinó fondos para cubrir los pasajes de 12 jugadores y del entrenador principal, lo que deja al cuerpo técnico en una situación muy comprometida. Además, el presupuesto oficial no cubre el total de los gastos, por lo que los atletas y entrenadores se ven obligados a generar sus propios recursos.

Cada uno está haciendo acciones en su ciudad para reunir fondos y poder viajar”, cuenta Papini. En su caso, organizó una venta de pollos que tuvo gran repercusión en Río Tercero. “La gente colabora muchísimo. Algunos compran y me dicen que no los van a retirar o que los done. Me emociona, aunque a la vez me resulta incómodo tener que estar vendiendo pollos para poder trabajar. Creo que debería existir un mayor compromiso de los distintos Estados”, reclama.

El esfuerzo personal detrás de la camiseta

El Colo no solo prepara físicamente a Los Topos: durante mucho tiempo incluso pagó de su bolsillo los viajes a Buenos Aires para entrenar y concentrar con la selección. Recién en el último tiempo encontró un apoyo concreto: la diputada nacional riotercerense Gabriela Brouwer de Koning comenzó a facilitarle los pasajes que necesita para trasladarse a la Capital Federal.

Conmovido por la solidaridad de sus vecinos y comprometido con el sueño de Los Topos, Papini no baja los brazos. Vende pollos, entrena a diario y sigue confiando en que, más allá de las sombras del apoyo oficial, la pasión por el deporte y el empuje de la gente serán el motor para que la Argentina esté presente en Tokio 2025.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
MÁS NOTICIAS