Loida Zabala desafía al cáncer: ¿hasta dónde puede llegar la fuerza de voluntad?

Zabala comenzó levantando 40 kilos y, a principios de 2024, consiguió levantar 100 kilos, estableciendo un nuevo récord en España. Además, compitió por quinta vez en los Juegos Paralímpicos en París, luego de haber obtenido diplomas en Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020.

Más allá del plano deportivo, la deportista tomó una decisión trascendental: firmó su testamento vital. Se trata de un documento legal en el que expresa su voluntad de no recibir medidas médicas desproporcionadas en caso de que su estado de salud se vuelva irreversible. “Eso no haría que yo fuera feliz y, sobre todo, la familia lo pasaría muy mal”, explicó Zabala.

Además, sostuvo que desea recibir todos los cuidados necesarios para paliar el dolor físico o emocional, pero rechaza la prolongación artificial de la vida en condiciones que no le permitan disfrutarla. También manifestó que acepta la posibilidad de la eutanasia. 

La deportista, que también compite en atletismo adaptado, participó recientemente en el Campeonato de España Absoluto por Comunidades Autónomas, donde lanzó el peso a 4,56 metros, quedando a solo 16 centímetros del récord nacional.

Zabala anunció hace algunas semanas que logró superar un “peligroso problema cerebral” y que los estudios indican que su evolución continúa siendo favorable. Aun así, insistió en la importancia de tomar decisiones anticipadas: “Aunque me vean en esas circunstancias, no le voy a quitar el derecho a mi familia a que me vean en mis últimos momentos”.

El testamento vital permite a una persona dejar constancia de los cuidados y tratamientos que desea —o no desea— recibir en caso de enfermedad terminal o pérdida de conciencia irreversible. También puede incluir el destino del cuerpo y los órganos una vez fallecida, si la persona no puede expresarlo en ese momento.