
Otros | 14 abr 2025
El Pato que desvió el destino del arco, ahora guía el rumbo de la cosecha
Luego de brillar en Boca Juniors y la Selección Argentina, Roberto Abbondanzieri cambió los guantes de arquero por la maquinaria agrícola. Hoy, alejado de las canchas, el "Pato" disfruta de la vida rural en Santa Fe, donde trabaja como contratista en el campo, manejando modernas herramientas para el agro y manteniendo viva su pasión por la tierra.
Roberto Abbondanzieri se ganó un lugar en la historia del fútbol argentino gracias a su brillante desempeño en Boca Juniors, donde alcanzó la gloria máxima al consagrarse campeón de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental, entre otros logros que lo elevaron a la élite del deporte.
Su carrera profesional comenzó en Rosario Central, pero fue su llegada a Boca en 1997 la que marcó un punto de inflexión. Con el buzo xeneize, se convirtió en una figura clave, especialmente en los momentos de mayor presión. Reconocido por su destreza en los penales, fue protagonista de varias gestas históricas, como la final de la Copa Intercontinental 2003 ante el poderoso Milan, donde atajó dos remates en la definición desde los doce pasos para darle la victoria a Boca.
Durante su primera etapa en el club de La Ribera, conquistó cuatro Copas Libertadores y dos Intercontinentales, logros que consolidaron su estatus de leyenda azul y oro. Su destacado rendimiento lo catapultó al fútbol europeo, donde defendió los colores del Getafe en España. Más tarde, regresó a Boca para una segunda etapa antes de cerrar su carrera en el Internacional de Porto Alegre, donde volvió a saborear la gloria al ganar otra Copa Libertadores.
En la Selección Argentina, Abbondanzieri también dejó su huella. Fue el arquero titular en el Mundial de Alemania 2006 y participó en las Copas América de 2004 y 2007. Sin embargo, más allá de las ovaciones y los trofeos, el "Pato" siempre mantuvo los pies en la tierra. Apasionado por la vida rural, tras retirarse del fútbol en 2010 eligió volver a sus raíces en Santa Fe. Hoy, alejado del bullicio mediático, disfruta de una vida sencilla y se dedica de lleno a su otra gran pasión: el campo. Como contratista rural, maneja maquinaria agrícola de alta tecnología y disfruta de la tranquilidad de estar cerca de la naturaleza que tanto lo representa.


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