Una infancia marcada por la guerra

Cuando Marcelo fue enviado a combatir en 1982, Mirian tenía apenas 9 años. La guerra la atravesó de un modo que, con el tiempo, convirtió en un estandarte de lucha. “Ningún niño de esa edad sabe lo que significa una guerra, porque las guerras no nos traen nada bueno”, expresó en diálogo con Rugido Sagrado Radio.

Si bien Marcelo regresó a casa, nunca volvió a ser el mismo. “La guerra me arrebató a mi hermano tal como lo conocía: un joven feliz, gracioso, que nos cuidaba siempre. Volvió con mucho dolor y decidió nunca hablar del tema”. Como tantos veteranos, cargó con el peso de la indiferencia de un Estado que, en aquel entonces, no brindó la contención necesaria a quienes defendieron la soberanía nacional.

El presente de Malvinas: la otra batalla

Más de 40 años después, Mirian es una ferviente defensora del reclamo argentino sobre las Islas. Durante su estadía en Malvinas, pudo constatar la presencia militar británica en la zona y las constantes violaciones a los derechos de los argentinos que viajan allí. “Cada vez que vamos y regresamos a casa, somos hostigados en el aeropuerto como si fuésemos delincuentes. Nos revisan las valijas, nos sacan las banderas, nos amenazan con arrestarnos si las llevamos al cementerio de Darwin”, denunció.

Para Mirian, la lucha por la soberanía no es solo un recuerdo del pasado, sino una realidad urgente: “La OTAN está en Malvinas y la base militar británica no hace más que fortalecerse. Nos están robando los recursos pesqueros y seguimos mirando para otro lado. Necesitamos que Cancillería actúe”.

Correr por Malvinas: un homenaje en movimiento

Más allá de su compromiso con la causa, Mirian encontró en el atletismo una forma de honrar a los veteranos y a su hermano. Superó una dura batalla contra el cáncer y múltiples adversidades personales hasta convertirse en una maratonista destacada. Su sueño era correr en Malvinas, y lo cumplió en cinco oportunidades.

El pasado 9 de marzo, fue la única argentina en la Maratón de las Islas Malvinas, la prueba más austral del mundo, donde quedó en el sexto puesto de la clasificación general. “Estoy muy feliz y agradecida porque pude hacer los 42 km en nuestras Islas. Correr en Malvinas no es solo una cuestión deportiva; es una forma de defender la soberanía, de decir que ese lugar nos pertenece”, afirmó.

El circuito de la maratón atraviesa puntos emblemáticos de la isla, como el aeropuerto de Puerto Argentino y la zona de Sapper Hill, con condiciones climáticas extremas que incluyen vientos de hasta 60 km/h. Este año, a pesar de haber sufrido una fractura de peroné en enero, Mirian logró recuperarse y completar la carrera. “Siempre digo que el deporte nos puede llevar a lugares impensados”, concluyó.

Con cada kilómetro recorrido en Malvinas, Mirian Cao transforma el dolor en homenaje y la memoria en resistencia.

VER VIDEO