viernes 18 de julio de 2025 - Edición Nº2417

Discapacidad | 21 mar 2025

Natacion

El nadador que desafió al destino y tocó el corazón del deporte

Desde muy pequeño, Miguel Ángel Navarro encontró en el agua un espacio de rehabilitación y superación. A sus 20 años, el nadador entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid junto a destacados atletas como Teresa Perales. Su discapacidad congénita, que afecta su musculatura, no le impidió desarrollar una carrera deportiva que lo llevó a representar a España en los Juegos Paralímpicos de París.


Un diagnóstico inesperado

Durante el embarazo, los médicos informaron a los padres de Miguel Ángel que esperaban una niña sin complicaciones. Sin embargo, al nacer, la situación fue distinta: su condición era desconocida y afectaba gravemente su movilidad. Permaneció seis meses en el Hospital Niño Jesús, donde debió superar momentos críticos. Los especialistas recomendaron la natación como terapia, y así comenzó su vínculo con el agua.

Del agua como terapia a la competencia

Su primera experiencia en la piscina fue en San Sebastián de los Reyes, donde inició su rehabilitación con ejercicios de piernas y brazos. Durante los veranos, pasaba largas horas en el mar en Tavernes de la Valldigna, lo que fortalecía su musculatura. Con el tiempo, la natación se convirtió en su pasión y en un desafío deportivo.

Miguel Ángel también incursionó en otros deportes como boccia, baloncesto en silla de ruedas, hockey y ciclismo adaptado. Sin embargo, fue en la natación donde demostró una resistencia y determinación fuera de lo común.

El salto al alto rendimiento

Su talento fue detectado por José Manuel Gómez, su monitor de natación, quien lo presentó a Darío Carreras, técnico de la Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Física. Su resistencia quedó en evidencia en un evento solidario del Club Natación Pozuelo, donde nadó durante tres horas sin descanso. A partir de ese momento, su carrera deportiva tomó un rumbo competitivo.

Ingresó al CAR de Madrid, donde su entrenador, Mario Blázquez, destaca su espíritu de superación. En 2023, debutó a nivel internacional en las Series Mundiales de Limoges, Francia. Aunque los resultados no fueron los esperados, la experiencia le permitió mejorar su desempeño en futuras competencias.

Presencia en los Juegos Paralímpicos de París

Gracias a una wild card, Navarro participó en los Juegos Paralímpicos de París, convirtiéndose en el primer nadador español de la categoría S1 en la historia del evento. En solo un año, redujo su tiempo en los 50 metros espalda de 3:30 a 1:50. En la Défense Arena, compitió en los 100 y 50 metros espalda, logrando las posiciones sexta y séptima, respectivamente.

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