Clubes porteños centenarios: historia, pasión y legado en la Ciudad

La Floresta: el club más antiguo de la Ciudad

Fundado en 1897, La Floresta es el club de barrio más antiguo de Buenos Aires. Ubicado en Avellaneda 3885, en sus inicios funcionó como sociedad de fomento y socorros mutuos, donde solo asistían hombres para jugar al fútbol y brindar apoyo a inmigrantes recién llegados. Curiosamente, fue una mujer, Josefa Otamendi de Rígoli, quien facilitó la compra de los terrenos que permitieron su consolidación. En 1903, además, se fundó allí la primera escuela de música del barrio. Hoy en día, el club mantiene su fachada original y se sostiene gracias al esfuerzo de sus socios, las cuotas, el alquiler de salones, la escuelita de fútbol, el natatorio y la organización de eventos.

Barracas Juniors: historia, pasión y una curiosa coincidencia

El Club Atlético Barracas Juniors fue fundado en 1912, el mismo año del hundimiento del Titanic. Sus siglas, CABJ, coinciden con las de Boca Juniors, club al que siguen la mayoría de sus 600 socios debido a la cercanía geográfica.En sus instalaciones de General Hornos 1850, el club se destaca por ofrecer truco, chinchón y generala, además de actividades como handball, tenis, básquet y futsal, junto con talleres de folklore y arte. Uno de los datos más llamativos es el parecido entre su himno y la Marcha Peronista, lo que ha dado lugar a diversas especulaciones entre sus socios. En los años 40, Barracas Juniors se hizo popular por sus bailes de carnaval y, aunque en 1932 dejó la competencia profesional, se consolidó como referente del deporte amateur.

Club Atlético Palermo: un semillero de talentos

Fundado el 21 de julio de 1914, el Club Atlético Palermo es el más antiguo del barrio. Con raíces británicas y un origen elitista, nació como un club de fútbol en una época en que este deporte se convertía en una pasión popular. Aunque no logró insertarse en el fútbol profesional, sí dejó su huella en el básquet, donde consiguió sus mayores logros. Como curiosidad, fue el primer clásico de Argentinos Juniors y, en el fútbol infantil, vio nacer a figuras como Gonzalo y Federico Higuaín o Leandro Gracián. Entre sus socios ilustres se encuentra el escritor Adolfo Bioy Casares, quien jugó en las divisiones inferiores del club.

Pinocho: el club del cuento hecho realidad

Ubicado en Villa Urquiza, Pinocho nació en 1925 gracias a Félix Zugasti, un joven de 16 años que inspiró a otros niños tras leer en una revista española un llamado a fundar clubes con el nombre del aventurero Pinocho. Curiosamente, la única condición para ser socio no era el dinero, sino saber contar el cuento de Pinocho. Con Zugasti como dirigente, el club inició con básquet, vóley y bochas. Hoy es un referente del futsal, siendo la institución con más títulos de Primera División (14), y ofrece disciplinas como patín, gimnasia, krav maga, natación y ajedrez.

Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque: cuna de campeones

Las bases del Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque (GEVP) se fundaron en 1922, en el hall de la estación de tren del barrio. Su objetivo inicial fue crear un espacio de encuentro para las familias, y con el tiempo amplió sus instalaciones, convirtiéndose en un poderoso semillero deportivo. Entre sus grandes figuras destaca Elsa Lidia Irigoyen, esgrimista que representó a Argentina en el Sudamericano de Florete 1947 y en los Juegos Olímpicos de Londres. Además, en básquet, GEVP fue clave en la formación de jugadores que llevaron a la Selección Argentina a su único título mundial en la disciplina. Actualmente, el club cuenta con más de 20 actividades, cuatro gimnasios cubiertos, cinco canchas de tenis, dos piletas de natación, un gimnasio de musculación y un salón social.

Fuente: El Grito del Sur