
Discapacidad | 4 feb 2025
Futbol
Un arquero, una silla y una misión: la lucha de Khaleb Manzur por la gloria y la inclusión
Khaleb Manzur se prepara para escribir un nuevo capítulo en la historia del Powerchair Football argentino. A sus 22 años, el arquero que dejó su huella en el último Mundial de selecciones ahora tiene la mira puesta en el Mundial de Clubes en París, donde representará a Tigres de Pacheco, el único equipo argentino en la competencia. Con un palmarés que incluye dos títulos nacionales y una Copa Libertadores, sabe que cada torneo es una oportunidad para crecer, competir y, sobre todo, visibilizar el deporte adaptado.
"Jugar un Mundial es una experiencia indescriptible. Todavía no encuentro las palabras exactas para explicar lo que significa representar al país", expresa con emoción. En 2019, en Australia, vivió la máxima experiencia a nivel selecciones y fue pieza clave en la histórica clasificación de Argentina a las semifinales. Fue el único jugador en disputar todos los minutos del torneo y supo sobreponerse a un arranque complicado para cerrar una actuación memorable.
Su camino en el Powerchair Football comenzó en 2013, cuando tenía 10 años. A través de FAME (Familias AME Argentina), su familia conoció esta disciplina que combina sillas motorizadas con fútbol. "Al principio me costó aceptarlo, porque sentía que era una etiqueta más a mi discapacidad. Pero cuando me subí a la silla y jugué mi primer partido, todo cambió. Fue amor a primera vista", recuerda. Desde entonces, su carrera no ha dejado de avanzar: de Gladiadores pasó a Halcones del Bajo y, finalmente, a Tigres de Pacheco, donde consolidó su estilo de juego y se convirtió en un referente.
Más allá de los títulos y la competencia, Manzur tiene un objetivo que trasciende lo deportivo: allanar el camino para las próximas generaciones. "Nosotros tuvimos que luchar mucho para competir a nivel internacional, desde conseguir sillas hasta financiamiento para viajar. Mi sueño es que los más chicos tengan una vida deportiva más accesible y no pasen por las mismas dificultades", reflexiona.
Con la mirada puesta en París, Manzur y su equipo ya planifican una intensa pretemporada para llegar en óptimas condiciones. "Vamos con un club muy competitivo, donde somos tres miembros de la Selección Argentina y creemos que tenemos chances reales de ser el mejor equipo del mundo. Mientras la ilusión esté, hay que hacer todo lo posible para alcanzarlo", asegura con determinación.
El Powerchair Football ha transformado su vida y la de muchos otros deportistas adaptados. "Este deporte es mucho más que fútbol sobre ruedas. Nos permite tomar decisiones, competir, crecer como personas. Es una herramienta increíble de inclusión y superación", afirma. Ahora, con un nuevo desafío en el horizonte, Khaleb se prepara para volver a dejar su marca en la historia del deporte.
Fuente: El Patagónico


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