Entre mareas y sueños asoma Matias Diaz

"Competí en 30 kilómetros y, por suerte, pude ganar y superar mi récord", señaló, enfatizando el intenso entrenamiento que realiza: “Son 6 o 7 horas sin descanso, sin parar de nadar”.

Díaz recordó el momento decisivo en su carrera, cuando, a los 22 años, participó en un clasificatorio en Santa Fe sin haber nadado más de dos horas seguidas. "Era una carrera de cuatro horas, y la siguiente, de 8 o 9 horas y 57 kilómetros. Aun así, gané el clasificatorio y logré el octavo puesto en la carrera", relató. A partir de entonces, su carrera avanzó a nivel internacional, con competencias en Canadá, Macedonia, Italia y Croacia, consolidándose en la elite mundial.

También compartió sus impresiones sobre las diferencias entre nadar en agua dulce y salada: “El agua salada deshidrata y te irrita mucho. En Italia, por ejemplo, el agua es tan salada que arde apenas te metes y estás 8 horas nadando".

A pesar de su éxito deportivo, Díaz enfrenta dificultades económicas para mantenerse. "Llevo el entrenamiento, descanso y dieta de un deportista de elite, pero no en lo económico. Soy kinesiólogo y trabajo de eso para poder sostenerme. No puedo depender de los premios de las carreras", dijo.

Con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, Matías detalló su plan de preparación: "La distancia olímpica es de 10 kilómetros, un ritmo distinto al de las maratones que suelo hacer. Hace tres meses cambié de entrenador y estoy trabajando con uno de la selección italiana, con la idea de entrenar en Italia para dar el salto de calidad que necesito".

Respecto a sus próximos desafíos, anticipó su participación en una maratón en Australia en febrero de 2025.