martes 30 de septiembre de 2025 - Edición Nº2491

Otros | 28 oct 2024

Combate medieval, un deporte de honor, valor y tradición

“Honor, valor y hermandad” son los principios que guían a quienes practican el Combate Medieval, un deporte que fusiona técnicas de artes marciales con el uso de armas controladas y protecciones de metal propias de la Edad Media. Esta disciplina llegó a Argentina en 2012 y, debido a su crecimiento en la región, se fundó la Alianza Latinoamericana de Combate Medieval (ALACoM) para fomentar su desarrollo y posicionar a los equipos en el escenario mundial.


La participación de Argentina en competencias internacionales es ya una realidad. Este año, el equipo Compagnia del Lobo Negro viajó a Rusia en julio para medirse con los mejores luchadores del mundo. Ese conocimiento fue transmitido a otros clubes en torneos locales. 

¿Qué es el Combate Medieval?

El Combate Medieval es un deporte originado en Europa del Este hace unos 20 años, que ha crecido especialmente en países de Occidente. Las peleas se llevan a cabo con armas controladas y sin filo, como lanzas, hachas, espadas y armas de asta, además de protecciones que incluyen armaduras, cascos y distintos tipos de escudos. Al ser un deporte competitivo, cuenta con estrictos reglamentos de seguridad. El equipamiento de metal debe cumplir requisitos de peso, tamaño y concordancia histórica.

Existen diferentes tipos de combates. Los duelos individuales (1 vs 1) varían según las armas y escudos utilizados. Las peleas grupales pueden ser 3 vs 3, 5 vs 5 o incluso 12 vs 12; en caso de faltar luchadores, pueden sumarse “mercenarios”, luchadores independientes. En los duelos, gana quien obtiene más puntos en los rounds, y en las peleas grupales, el equipo que logre derribar a todos o a la mayoría del oponente.

La organización y reglamentación dentro de la arena o “liza” están a cargo de los árbitros, llamados Marshalls, y sus asistentes. Estos oficiales controlan los tiempos de los rounds, los puntos y los golpes permitidos, entre otras reglas. Los “padres” del Combate Medieval se encuentran en Rusia, Ucrania y Polonia, aunque el deporte se ha expandido a otros países europeos. Su origen se remonta a los eventos de recreacionismo medieval, en los que se reproducían vestimentas, armaduras, gastronomía y danzas de época. Las primeras exhibiciones de combate surgieron en ese contexto.

En Argentina, el Combate Medieval también nació del recreacionismo. Hace 12 años, un grupo de aficionados descubrió en internet competencias profesionales en Europa. Investigaron lo necesario para participar y adaptarlo localmente. Así, en mayo de 2013, lograron competir en el Battle of Nations, el campeonato mundial de este deporte, celebrado en Francia.

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