
Fitness | 20 oct 2024
Running
El viento del Aconcagua lleva un mensaje de justicia social
El Aconcagua, la montaña más alta de América con 6.961 metros, se erige como un desafío imponente tanto para deportistas extremos como para aquellos con una causa mayor. Con una temporada de escalada que se extiende entre diciembre y marzo, la montaña atrae a entre 6.000 y 7.000 visitantes anualmente. Las condiciones extremas, como la baja presión atmosférica —solo el 40% de la que existe a nivel del mar— y el brusco cambio climático, ponen a prueba a los escaladores. Sin una correcta aclimatación, el riesgo de apunamiento es alto.
Este diciembre de 2024, Alejandro Sganga y Daniel Beneyt, amigos desde la infancia, afrontarán el reto del Aconcagua con un propósito que va más allá del deporte. El Equipo Desafío Aconcagua 2024 llevará consigo las banderas de la Fundación Inmula y Akamasoa Argentina, dos organizaciones comprometidas con la inclusión social y la erradicación de la pobreza extrema. Para ellos, cada metro ascendido simboliza un homenaje a quienes día a día luchan por superar sus propias cumbres personales.
"Cada paso que damos en esta montaña es un paso hacia un mundo más justo", afirma Alejandro. “La Fundación Inmula les brinda herramientas laborales, y Akamasoa Argentina ofrece educación y oportunidades de trabajo a quienes viven en la pobreza extrema. Ellos están con nosotros en esta travesía”, agrega Daniel. Ambos escaladores ven esta expedición como un acto simbólico de autosuperación, donde alcanzar la cima representa mucho más que una hazaña personal: es un tributo a quienes enfrentan desafíos diarios.
Una causa que trasciende la montaña
El 27 de diciembre de 2024, cuando Sganga y Beneyt comiencen su ascenso, no solo tendrán frente a ellos el imponente Aconcagua, sino un propósito mucho más grande. Su meta no es solo alcanzar la cumbre, sino llevar las causas de Inmula y Akamasoa al punto más alto de América. "Vamos a llevar sus banderas a lo más alto", promete Daniel, refiriéndose al simbolismo de estas organizaciones en la cima del continente.
La expedición captó la atención de importantes marcas que se han unido para apoyar la causa. También recibió el respaldo institucional de la Legislatura Porteña y la de Mendoza, impulsada por UPF Argentina. Estos reconocimientos son pasos cruciales para asegurar el éxito de la expedición, pero para Alejandro y Daniel, lo más importante es que su mensaje llegue a todos.
Un llamado a la acción
El Equipo Aconcagua 2024 hace un llamado a la comunidad: "Necesitamos que todos se unan a esta expedición". Más allá del desafío físico, la travesía tiene como objetivo visibilizar las campañas de recaudación de fondos y materiales que sustentan los proyectos de ambas fundaciones. Cada metro ascendido lleva consigo un mensaje de esperanza y solidaridad.
"Al unir nuestros sueños personales con los de quienes forman parte de estas organizaciones, esta expedición se convierte en un faro de esperanza. Confiamos en que nuestras pequeñas acciones pueden tener un impacto significativo", subraya Alejandro.
Fuente: TN


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