El último baile de Romina Biagioli no terminó de la mejor manera, pero la experiencia olímpica no se la va a quitar nadie

Desde el comienzo, la participación de Biagioli y las otras 54 triatletas en este evento fue histórica. Nadar un kilómetro y medio en el Río Sena fue posible gracias a ocho años de trabajo para limpiar sus aguas, cumpliendo así una promesa de devolver el río a los parisinos y turistas. Sin embargo, la experiencia no estuvo exenta de complicaciones.

World Triathlon había expresado su preocupación por los altos niveles de contaminación bacteriológica en el río debido a las fuertes lluvias del primer fin de semana de competencia. La desconfianza llevó a considerar varias alternativas, incluyendo la postergación de las carreras y la posible conversión del triatlón en un duatlón. Finalmente, se decidió cambiar la fecha de partida de la competencia masculina, dejando a Romina y sus compañeras como las pioneras en debutar en el Sena.

Biagioli comenzó fuerte, pasando la primera vuelta de natación en la posición 34 y saliendo del agua en la posición 36 con un tiempo parcial de 24:09 minutos. Sin embargo, una caída en la primera vuelta de ciclismo la hizo perder 10 lugares, afectando su posición en la competencia. A pesar de las condiciones resbaladizas del pavimento debido a la lluvia, logró recuperarse parcialmente, terminando los 40 km en bicicleta en el puesto 44 con un tiempo parcial de 1:01:12.

Durante la carrera, Biagioli completó los 10 kilómetros con un tiempo parcial de 38:46, culminando la competencia en la posición 47. A pesar de estos desafíos, expresó su satisfacción por haber competido en otro Juego Olímpico. "No tuvimos tiempo para probar el agua. Tenía mucha corriente y pude entrar solo 10 minutos antes", comentó.

"Me fui a dormir sin saber si íbamos a poder nadar o no", agregó la cordobesa. Además, anunció que se dedicará a las largas distancias en el futuro.