viernes 16 de mayo de 2025 - Edición Nº2354

JJ. OO. | 26 jul 2024

Juegos Olimpicos Paris 2024

Yahya Al-Ghotany, el abanderado del Equipo de Refugiados que huyó de Siria a los 7 años

En 2011, la vida de Yahya Al-Ghotany dio un giro radical cuando, a la edad de siete años, tuvo que abandonar su hogar en Siria debido a la guerra civil. Este conflicto, que ha cobrado la vida de más de 470.000 personas y ha dejado casi dos millones de heridos, obligó a miles de familias a huir del país en busca de seguridad. La familia de Yahya fue una de ellas, encontrando refugio en el campamento de Azraq, en Jordania, país limítrofe con Siria. Aquel niño jamás imaginó que 12 años después se convertiría en un símbolo de esperanza y resiliencia al ser elegido como el abanderado del equipo de refugiados en los Juegos Olímpicos de París 2024.


El camino hacia el taekwondo

Al llegar a Jordania, Yahya comenzó a recuperar parte de su infancia y se enfocó en su desarrollo académico y deportivo. Su interés por el taekwondo se despertó a los 12 años, en 2016, gracias a la Fundación Humanitaria de Taekwondo, que ofrecía cursos en el campamento de Azraq.

Aunque generalmente se necesita alrededor de 7 años para alcanzar la cinta negra en taekwondo, Yahya logró este hito en solo 5 años. Desde los 17, presume con orgullo el máximo distintivo, lo cual le ha permitido clasificar para los Juegos Olímpicos 2024.

El taekwondo: un refugio para las infancias en Siria y Jordania

El impacto del taekwondo en la vida de Yahya y otros niños refugiados no puede subestimarse. En 2016, Ahmad Abughaush, un taekwondista jordano, ganó la primera medalla de oro olímpica para su país en los Juegos de Río, lo que impulsó el desarrollo de este deporte en Jordania. La Fundación Humanitaria de Taekwondo ha establecido campamentos en varios países, pero ninguno ha tenido tanto éxito como el de Azraq. Aquí, cientos de niños que huyeron de Siria encuentran una vía para dejar atrás las cicatrices de la guerra.

Jordania, con una población de 10 millones de personas, cuenta con más de un millón de practicantes de taekwondo en más de 150 centros. Asif Sabah, el entrenador que recibió a Yahya, es uno de los pioneros de este deporte en el país. "Mi principal motivación es simplemente darles a estos niños algo que les dé la oportunidad de ver la vida mejor, algo que les devuelva algunas de las esperanzas que han perdido", afirma.

El taekwondo ha demostrado ser una herramienta poderosa para mejorar la salud mental y emocional de los niños refugiados. "Estos niños han pasado por muchas cosas y tratar con ellos no siempre es fácil. Me conmueve mucho ver lo rápido que puede cambiar su psicología y su estado emocional", comenta Sabah. En su experiencia, el taekwondo ha ayudado a muchos de estos niños a controlar sus emociones, incluida la ira, proporcionando un medio para canalizar sus experiencias de una manera positiva.

Yahya Al-Ghotany no solo es un atleta talentoso, sino también un faro de esperanza y superación para miles de refugiados. Su historia es un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más difíciles, la determinación y el apoyo adecuado pueden transformar vidas.

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