De San Rafael a Paris: Santiago Lorenzo forja su sueño olímpico con una raqueta

La pasión de Santiago por el tenis de mesa nació en San Rafael, Mendoza. Su padre, también aficionado a los deportes de paleta, lo introdujo en ese mundo. "Mi abuelo me hizo una mesa y luego mi papá contactó a Franco Piruzi, mi entrenador. En ese entonces no había clubes de tenis de mesa en San Rafael, pero a los seis meses de empezar a entrenar, Franco abrió una escuela que hoy sigue creciendo", recuerda.

La determinación de Santiago se puso a prueba desde joven. A los 15 años, dejó su hogar en San Rafael para mudarse a Buenos Aires y entrenar en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). "Me quedé sin posibilidades de seguir creciendo en mi ciudad y necesitaba salir", explica. Tres años después, se trasladó a Europa para continuar su desarrollo, uniéndose al Amiens Sport Tennis de Table en Francia. "Hoy somos muchos los que jugamos en Europa, los mejores de América viven y juegan allá", comenta sobre su experiencia en el extranjero.

A medida que se acerca la fecha de los Juegos Olímpicos, Santiago reflexiona sobre su trayectoria y lo que significa para él participar en este evento: "Desde el Preolímpico entendí lo que va a ser un Juego Olímpico. Obviamente, cuando esté ahí lo voy a vivir intensamente".

Aunque reconoce que luchar por una medalla en París es un objetivo ambicioso, Santiago mantiene una mentalidad equilibrada: "Decirte que voy a pelear una medalla es un poco irreal. Creo que es un premio por lo hecho todos estos años. Juego hace 15 años y llegar a unos JJ.OO. es lo máximo. Obviamente voy a competir porque mi cabeza es así y me encanta hacerlo".

Fanático de River Plate, Santiago tiene una ilusión personal que espera cumplir en la Villa Olímpica: sacarse una foto con Julián Álvarez, uno de sus ídolos. Este detalle refleja la humildad y humanidad de un joven deportista que, a pesar de los logros, no olvida sus raíces y los pequeños sueños que lo acompañan.

Fuente: Diario Info Ya (Mendoza)