Federico Arrieta perdió una de sus piernas en un accidente y hoy triunfa en el ciclismo adaptado

La historia de Federico dio un giro la tarde del 28 de octubre de 2018. En la zona de Uspallata, donde reside, se trasladaba con su moto por la ruta 13 cuando de pronto, una camioneta lo atravesó y lo impactó de lleno. Las personas que lo ayudaron lo llevaron al hospital más cercano, donde atravesó 17 cirugias que le provocaron un shock hipovolémico. Su corazón era incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo porque había perdido mucha sangre en el incidente, y por esto, estuvo 6 dias en coma. Luego de tantas operaciones y 12 transfusiones sanguíneas, los médicos tuvieron que amputarle la pierna. Luego de 3 meses en el nosocomio, recibió el alta y, apenas salió, se volcó directamente en el deporte como terapia.

En ciclismo comenzó a competir sin una pierna, ya que la vida le presentó un nuevo obstáculo: la obra social no se hizo cargo del costo de la intervención y, curiosamente, tuvo que recurrir a un sitio web para recaudar fondos. Después de ello, le dieron 9 prótesis pero ninguna de ellas se adaptó a su cuerpo y las terminó donando a un hospital mendocino. Un abogado que se interesó por la situación lo ayudó a presentar un amparo que tuvo como resultado un viaje a Buenos Aires, donde finalmente logró encontrar una prótesis compatible con sus necesidades.

Hace 3 años que la obra social ignora sus pedidos para cambiar la prótesis. Por ello, ante la falta de respuestas, está obligado a ajustar y re-adaptar de forma casera la que tiene. En el último tiempo, para correr se la pega con cal y cemento. “Mi pierna la tengo destrozada. Me la arreglo como puedo. Pasa que si no, no puedo trabajar tampoco. El tema es que me está trayendo problemas de cadera al caminar mal”, contó.

Semejante lucha, en algún punto, tiene recompensa: su curriculum dentro del ciclismo adaptado es espectacular, y ya cuenta con dos Vueltas de San Juan (primer y segundo puesto), la Vuelta de Córdoba (segundo) y cuatro campeonatos nacionales, entre muchos otros premios. Federico entrena por la mañana y por la tarde, y en el medio atiende un negocio de comida que comparte con sus hermanos y padres.

*El mensaje para que más chicos con discapacidad se sumen al deporte*

"No se rindan, anímense. Muchos paran por el qué dirán, porque tienen miedo que al verle la pierna, se vayan a burlar. También me pasó al principio, algunos me miraban como diciendo: 'este está loco, ¿qué hace acá?' Pero con el tiempo, ya es normal para todos", alentó.