sábado 02 de agosto de 2025 - Edición Nº2432

JJ. OO. | 22 oct 2023

Juegos Panamericanos 2023

Lucas Guzman esquivó la puerta del retiro en 2021, pero 2 años más tarde, en Chile, se lleva flor de regalo a casa

Lucas Guzmán perdió 2 a 1 en la definición ante el mexicano Brandon Plaza Hernández, su mismo rival en la final de Lima 2019, y consiguió la medalla de plata en la categoría de -58kg de taekwondo de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. El bonaerense era uno de los grandes créditos de la delegación nacional y cumplió con creces, pero le faltó la puntada final ante un oponente muy conocido para él.


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Llegar a la final era el objetivo del año. Hice lo mejor que pude, faltó más físico y más mente en un torneo que tuvo peleas muy exigentes, de gran desgaste energético”, comentó. Y habló del esfuerzo que hizo para llegar a esta instancia: “No es que tengo suerte, busco las oportunidades porque trabajo, estoy contento”.

Antes, en las semifinales, el oriundo de Merlo había vencido al brasileño Paulo Souza de Melo por 2 a 0, después de una larguísima revisión por un giro que le terminó dando el triunfo agónico por 14-13. En cuartos eliminó al colombiano John Davi Garrido Reyes por 2-0, mientras que en las preliminares sacó de carrera al peruano Raymiguel Barreto Gómez por 2-0, todo en el Centro de Deportes de Contacto de Santiago de Chile.

A Lucas le había quedado una sensación amarga tras el quinto puesto conseguido en Tokio 2020; no era lo que había ido a buscar, entre controles continuos de covid, restricciones y tribunas vacías por la pandemia reinante entonces. Sin el resultado deseado, acababa de terminar un ciclo olímpico en donde acumuló sobrecarga a todo nivel, pero después de un descanso, el cuerpo técnico supo llevarlo para que volviera a encontrar la motivación.

“Estuve en la incertidumbre y cerca de retirarme después de Tokio. Por mi edad, no me veía a los 29 todavía en competencia, esa es la edad en donde la mayoría se retira”, confió Guzmán, que de repente, un día especial, miró al cielo y se iluminó con su fe devota: “Le pregunté a Dios, ¿qué hago? Finalmente, me prometí disfrutar del taekwondo sin presión y con ganas de luchar por mi familia y por Argentina”.

Pero también, hubo que trabajar desde la otra vereda, desde el cuerpo técnico. “Hace un año y medio tuvimos una charla con Lucas, al principio estaba ido, pero de a poco volvió a estar receptivo”, cuenta el entrenador Gabriel Taraburelli, que habló de los pormenores de esa conversación en la que se pretendió barajar y dar de nuevo. “Me dijo: ‘Voy volver a ser el taekwondista que era antes, voy a conseguir todo otra vez’. Lo que vivió él es natural en aquellos deportistas de figuración mundial: una saturación por estrés que genera la misma competencia. Pero pudimos resolverlo para que se relaje y siga hacia un nuevo ciclo”.

Guzmán había alcanzado su pico deportivo máximo cuando aparecía dentro de los siete mejores del mundo en su categoría rumbo a la clasificación para Río 2016, pero siempre estuvo dentro del top ten. La estrategia con miras a París era apuntar todos los cañones a estos Panamericanos, aquí debía hacer una nueva declaración de principios para creer en su potencial. Y logró la meta, más allá de que no pudo defender el título. Ahora, el pasaje a los próximos Juegos Olímpicos se buscará en abril, en el Panamericano de taekwondo en República Dominicana, donde obtendrán el ticket los dos finalistas de la categoría.

Fuente: La Nación

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