El club 12 de octubre, de Benavídez, denunció que fueron atacados por personas que salieron de distintos monoblocks para perseguirlos con palos, piedras y armas de fuego, después del encuentro que jugaron con el club Jóvenes Deportistas.

Como consecuencia, un chico de 15 años terminó con un severo traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento y fue internado en el hospital Santojanni, al igual que un papá que sufrió la ruptura del tabique nasal.

Javier DeMarco, presidente de Jóvenes Deportistas, salió al cruce de las acusaciones de la dirigencia rival. “Si dicen que fue una emboscada que presenten las pruebas. Cuando vas a esperar un partido de fútbol no esperás que pase algo así, pero no podemos hacernos cargo de eso. Lo que pasa afuera no lo puede contener ni la fuerza pública", explicó en diálogo con TN.

Y agregó: "Si fuéramos violentos la gente de 12 de Octubre no se habría metido dentro del club a buscar refugio. Acá la gente come con cuchillo y tenedor, no somos salvajes".

Este se convirtió en el segundo capítulo de una historia de violencia que comenzó hace algunos meses, cuando 12 de octubre jugó como local en Benavídez. Aquel día, hubo una discusión que terminó con un par de golpes en la cuarta categoría, según explicó el presidente Víctor Llano en AméricaTV.

Si bien la jornada se terminó jugando, la parcialidad de Jóvenes Deportistas prometió venganza a través de las redes sociales, pero nadie imaginó que iba a materializarse.

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