lunes 07 de octubre de 2024 - Edición Nº2133

Otros | 31 ago 2023

Patinaje

Candela Gallardo, una historia rodeada de sacrificios para convertirse en campeona panamericana

Desde muy temprana edad, Candela Gallardo sabía que su vida estaría dedicada al patín. El camino no fue fácil, y su consagración en los Juegos Panamericanos es el fruto del esfuerzo y el compromiso de esta joven nacida en Gregorio de Laferrere. Tiempo atrás, y ante el sueño de toda adolescente de tener su fiesta de 15 años, Candela renunció a esa idea y prefirió que sus padres inviertan ese dinero en comprarle unos patines. Hoy, la chica es el orgullo de su familia al obtener la medalla de oro en Colombia y dejar atrás a sus competidoras de Chile y Brasil.


La talentosa deportista de 19 años se coronó campeona en el Panamericano de Patinaje Artístico para Clubes y Naciones en la modalidad de ruedas en línea (inline) disputado en Bogotá y obtuvo una puntuación de 56,59 en la final, lo que la llevó a un puntaje general de 91,77 puntos en la tabla general. Así, se situó en la posición más alta del podio superando a las deportistas chilena y brasileña Maisa Todeschi y Catalina Godoy, respectivamente, quienes la acompañaron en el podio.

Pero llegar a la pista colombiana para coronarse campeona no fue nada fácil. Candela atravesaba un mal momento económico previo a competir y, en ese marco, ella y su familia hicieron una publicación en sus redes sociales para poder conseguir ayuda. Tras el esfuerzo de muchas personas pudo cubrir los gastos del torneo: "Cuando surgió la idea, no lo iba a hacer pero mis amigos me impulsaron a que lo publique en Instagram y Twitter. Para ese campeonato se hizo tan viral que pude pagar los gastos. Mi sueño de chica era competir en estos campeonatos", dijo en varias entrevistas.

La historia de Candela

A los seis años, Cande comenzó en el deporte en el club "Juan Bautista Alberdi" pero actualmente representa al Club Deportivo Laferrere. Ella hacía tres disciplinas: patín, danza y natación, aunque sus padres no tenían el dinero suficiente para pagarle todas y tuvo que elegir uno: "Elegí el patín y desde ese entonces se convirtió en mi vida”.

Años después empezó a competir en torneos provinciales, luego nacionales y este año, terminó compitiendo a nivel internacional. Cuando cumplió 15 decidió no hacer fiesta y optó por comprar los patines que necesitaba para competir en los máximos torneos: "Siempre puse al patín antes que todo", cuenta.

Durante el período de competiciones, Cande entrena todos los días y cuando puede realiza entrenamientos adicionales. Además, una vez por semana, asiste a clases de acrobacia y danza clásica para mejorar su flexibilidad, y también se dedica a aprender expresión corporal para estar preparada en todos los sentidos de cara a los torneos.

La joven no tiene patrocinadores, y todo lo que ha logrado hasta ahora fue gracias al respaldo de sus padres y amigos, quienes la apoyan en todas sus actividades deportivas y la motivan para que nunca baje los brazos y pueda cumplir sus metas en la vida.

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