Lamadrid de Mataderos está de festejo: la nueva comisión directiva, integrada por padres, consiguió el RUID

Lamadrid de Mataderos es uno de los clubes de barrios más importantes e históricos de Capital Federal. Con 96 años de vida, se ha posicionado como referencia en el sur, pero por sobre todas las cosas, un espacio para niños y niñas que buscan en el deporte una mejor calidad de vida; sin embargo, la última comisión directiva tuvo una mala administración, contrajo muchas deudas y llevó a la institución a una decadencia profunda. Un conjunto de padres, en el 2017, decidió formalizar un equipo de trabajo, ganar las elecciones y reconstruir el lugar casi desde cero.

Tras dos mandatos de gestión, la nueva comisión directiva consiguió diferentes logros, uno de ellos relacionado a lo institucional. La Secretaria de Deportes de Capital Federal le otorgó al  club el número de RUID, pieza clave que sólo se otorga a aquellas instituciones deportivas que “están en regla”. Eduardo Ifrán, el presidente del club, conversó con Rugido Sagrado sobre esta nueva era para Mataderos: “Este camino nos costó mucho. Después de un proceso muy largo, con un club que estaba acéfalo, tenemos lo que sería un ‘DNI’, que nos abre un monton de puertas a beneficios, tanto de Ciudad de Buenos Aires como de Nación. Estamos orgullosos de lo que conseguimos”.

“Sólo 335 instituciones deportivas en la Ciudad de Buenos Aires están inscriptas en el RUID; no cualquiera puede acceder a esto. Y apenas asumimos nos encontramos solamente con 700 pesos en la caja del club. Nos pusimos en campaña desde el minuto 1 poniendo mucho dinero de nuestros bolsillos, fuimos creciendo de a poco y concretamos este objetivo primordial”, aseguró el presidente.

Los beneficios del RUID para clubes de barrio son los siguientes: acceso a subsidios cuya facturación por ejercicio no supere los $1.500.000, asesoramiento legal y contable, asesoramiento para obtener la exención general de pago en la Direccion General de Rentas, la posibilidad de participar en competiciones deportivas oficiales, entre otros. “Desde Ciudad de Buenos Aires nos llamaron para ingresar al programa de ayuda económica que les da a todos los clubes, y obtuvimos un subsidio para arreglar los vestuarios femeninos”, informó Eduardo.

Lamadrid Mataderos solamente tenía baby futbol como actividad, pero desde que llego la nueva comisión directiva, 17 son las disciplinas que se pueden practicar en Carhué 2049, a media cuadra de Avenida Juan Bautista Alberdi. Con la mochila pesada que recibieron, Eduardo contó: “Conformamos una comisión directiva provisoria de padres y empezamos a pintar con plata de nuestros bolsillos. Luego comenzó el proceso de institucionalización con la intervención de la Inspección General de Justicia quien convocó a elecciones de autoridades cumpliendo con todos los requisitos legales, y hoy se ven los frutos”.

Pero para que este camino llegara a buen puerto, la Federacion de Entidades Sociales y Clubes de Barrio Unidos (FESCBU), de la cual forma parte Lamadrid, tuvo un rol fundamental, y accionó una de sus tareas: acompañar a los clubes de barrio en sus problemáticas y ayudarlos a encontrar las soluciones. “Lo que nos ayudaron sus dirigentes no tiene nombre. Pablo Gerez y Lito Grisafi, por ejemplo, vinieron varias veces al club y en todo momento aportaron sus ideas para solucionar todo esto. Sin ellos, no hubiéramos conseguido nada. Nos indicaron los pasos a seguir y nos encargamos de refundar el club”, concluyó Eduardo Ifrán.