Los años pasan para todos, pero Nicolas Piccirillo continua siendo un referente en el taekwondo

En el Sportivo Devoto (Gabriela Mistral 3151) y en el Círculo de Villa Devoto (Pedro Morán 4151), Nicolas Piccirillo brinda clases de taekwondo todo el tiempo. Alumnos de las más variadas edades emprenden un camino de aventura lleno de enseñanzas, no solamente para ser mejores deportistas, sino tambien para afrontar la vida desde otra perspectiva.

El instructor es reconocido en dicha zona de Capital Federal, y ocupa dicho rol desde hace 20 años, bajo su escuela Kumgang. “Comencé de muy chico con la actividad, siempre me gustó. Hoy tengo 37 años. Lo más lindo del arte marcial es que acompañas en la vida a las personas; mas allá de la faz deportiva, hay muchas cosas por detrás, que hacen al perfeccionamiento del ser humano”, sostuvo Nicolas en diálogo con Rugido Sagrado.

La escuela depende de la Asociacion Taekwondo Unificado (ATU), presidida por el master Marcelo Minguila, que a su vez está adherida a la Confederacion de Deportes (en Argentina) y a la ITF (Federacion Internacional de Taekwondo) a nivel internacional.

Sobre su alumnado, el III Dan señala: “Tengo 40% mujeres y 60% hombres. Por lo general, el público femenino observa el arte marcial como un lugar donde la gente se golpea, y es todo lo contrario. El 98% de la población que realiza taekwondo a nivel mundial, no busca competir”. Y agrega: “Una señora de 85 años entrena conmigo, y tambien lo hace una de 7. La diferencia entre las personas de tercera edad con los infantiles es que, en el primer caso, la idea es que compartan la actividad con otras generaciones, que se sientan importantes y que transmitan vivencias a lo largo de su vida. Y los más chicos, por ejemplo, necesitan jugar y, sobre todo, tener estimulos de forma temprana.  Me importa más que, si el dia de mañana se dedican a otro deporte, reconozcan que estuvieron súper estimulados en su educación temprana por el arte marcial y el instructor que los formó”.

“En estos años hemos logrado un montón de cosas, desde todo punto de vista. Desde lo deportivo, mis alumnos han competido en torneos nacionales e hicimos giras por diferentes provincias. Ademas, hay otros que conozco hace décadas que se recibieron en la facultad, o que hoy trabajan de lo que tanto soñaron; ese es el mayor logro”, concluyó Nicolas Piccirillo.