sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº1963

Ajedrez | 17 may 2022

Combinando profesiones: Diego Fidanza ejerce la medicina y el ajedrez en un hospital del Conurbano

Muy pocos son los casos en Argentina de personas que ejercen la medicina y den clases de ajedrez en un mismo lugar. Diego Fidanza es pediatra en un hospital público de La Matanza y tiene un puñado de chicos que, gratuitamente, aprenden con él este deporte.


El ajedrez puede ser una buena alternativa entre las actividades extraescolares para niños que necesitan mejorar su atención y capacidad de concentración. Nunca les puede perjudicar, e incluso se convertirá en un plus para su educación, no solo porque ayuda a mejorar la concentración y el pensamiento lógico, sino porque fomenta su autoconfianza y autoestima.

En el Hospital Balestrini de Ciudad Evita (La Matanza), Diego Fidanza es médico pediatra y brinda clases de ajedrez a niños y niñas de entre 6 y 14 años. Este proyecto surgió antes del comienzo de la pandemia, en cuyas instalaciones Diego jugaba al deporte en su horario de descanso con otras personas. La Jefa de Servicio Dra. Karina Ocampo lo observó y le propuso esta iniciativa pero en un lugar distinto y con un horario fijo.

Desde entonces, los martes de 16:30 a 17:30 horas se aprende ajedrez de la mano de Diego. Chicos y chicas se sientan frente al tablero y comienzan a absorber todo tipo de conocimiento de forma gratuita. “Utilizo el deporte como herramienta para demostrar que realmente, en la segunda infancia, los chicos pueden llegar a concentrarse no solamente en el deporte sino también en otros órdenes de la vida. Además empiezan a tomar decisiones, respetar al adversario y sociabilizar con otras personas”, le cuenta a la web de FADA.

El doctor comenzó a tener incursión en el ajedrez cuando tenía 7 años aproximadamente. Recuerda que disputaba torneos en Velez junto a otro amigo, pero que, con el paso de los años, otras prioridades de la vida taparon la disciplina. A los 50 años volvió a tocar un tablero en el club JJ Urquiza de Caseros, empezó a vincularse nuevamente y la pasión la llevó, además, al hospital público de La Matanza.

“El hospital tiene una gran infraestructura edilicia que permite este tipo de actividades lejos de la gente que está internada o se tiene que atender. Las clases son gratuitas y manejo dos niveles: inicial y medio”, señala el profesional, que también es pianista.

En relación a las repercusiones de su trabajo, Diego afirma: “A todos les parece fantástico lo que estoy haciendo. Ven fotos de chicos concentrados en un tablero y las profesoras no lo pueden creer y me piden consejos para sus clases. Los chicos quieren jugar. El ajedrez es una posibilidad muy grande. Aparte, cambia el rendimiento escolar de esos chicos; sus padres me lo han dicho”.

Los alumnos de Diego Fidanza no solamente toman clases, sino que también piden por competir en torneos, y en estos momentos, realmente abundan por todo el país. “Mas allá de la preparación, me gustaría que esto ocurra porque se vincularían con otras personas, y así la herramienta se difunde en hospitales y escuelas. Trabajaremos en ello a la brevedad”, concluyó.

Fuente: Federacion Argentina de Ajedrez

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