viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº1962

Fitness | 23 sep 2021

Informe

La importancia del deporte en los niños

La infancia es el momento crucial en el desarrollo físico y psíquico de una persona, y en ese desarrollo, la actividad física juega un papel fundamental. Además, los deportes para niños fomentan valores como la superación, la entrega y la responsabilidad, entre otros. El pediatra Enrique Orschanski dialogó con Rugido Sagrado para profundizar y dar su opinión sobre el tema.


Fomentar el habito de la actividad física y el deporte desde pequeños ofrece grandes ventajas para el resto de la vida: ayuda al crecimiento y desarrollo infantil, potencia la creación y regularización de hábitos, desarrolla el interés por el movimiento, estimula la higiene y la salud, le enseña a tener responsabilidades, ayuda a superar la timidez, aprende el trabajo en equipo, entre otras.

Por otro lado, siempre que sea posible, lo ideal es integrar la gimnasia para niños en la vida familiar. En la infancia el niño aprende y copia comportamientos de los adultos de su entorno. Este contexto familiar, social y cultural en el que el niño se desenvuelve, es crucial para la fijación de un estilo de vida y sus valores.

El pediatra Enrique Orschanski conversó con Rugido Sagrado acerca del rol del deporte en los primeros años de vida: “La infancia, desde el punto de vista conceptual, es jugar y aprender. Dentro del juego están los recreativos, espontáneos, ocasionales y deportivos, que son incorporados gradualmente según la edad de los niños y niñas. Por lo tanto, la práctica deportiva no puede ser separada de las infancias (ya que no hay una sino diversas) sin que parezca que se le quita algo indispensable en la formación humana de los primeros años. El deporte no es sólo la suma de gestos atléticos puestos en competencia, principalmente, es para saber aprender a ganar y también a perder, y crecer con cada resultado”.

Muchos especialistas en la materia advierten en que los niños deberían, al menos, tener una hora de ejercicio diario, lo cual implica elevar el ritmo cardiaco y usar la fuerza muscular. Sobre esto, el médico egresado de la Universidad Nacional de Córdoba opina: “Esos 60 minutos destinados al deporte no es más que la postergación del movimiento físico debido a la acumulación de aprendizajes teóricos que se proponen durante la educación inicial, primaria y secundaria, y que colaboran negativamente en el crecimiento saludable”. Y agrega: “La currícula académica en todos los niveles educativos debería considerar un 50% del tiempo escolar para actividades deportivas, incluyendo entre estas a caminatas, juegos libres, competencias, campamentismo y otras que, manteniendo el cuerpo en movimiento, se fusionen con otras disciplinas. Por ejemplo, lectura de contenidos de materias teóricas al aire libre, cálculos matemáticos durante escalamientos o paseos, descripciones geográficas durante bicicleteadas. Hasta que se produzcan los cambios que lleven a tal esquema, las infancias demandan un mínimo de movimiento creativo -deportivo o no- de tres horas diarias”.

 

A medida que los niños crecen y entre las edades de 8 y 18 años pasan por más estrés, debido a los exámenes, la pubertad, la imagen corporal, las presiones sociales, y no es de extrañar que todo ello tenga impacto en su salud mental. Sin embargo, se ha demostrado una y otra vez que el ejercicio ayuda a aliviar problemas como la ansiedad y la depresión, y también conduce a mayores niveles de autoconfianza, a niveles reducidos de estrés y al estímulo para una vida sana y positiva.

Enrique Orschanski, autor del libro Pensar la infancia. Relatos para acortar las distancias”, advierte sobre la sociedad argentina en relación al deporte practicado: “Actualmente imperan condicionantes que prometen una ola de sobrepeso y obesidad en las generaciones futuras. Tales factores son el tiempo destinado a las pantallas, la comida industrial de bajo contenido nutricional y alto en calorías, la inseguridad que les quita potreros y plazas a los chicos, y la larga jornada escolar”.

Como solución, el médico especialista en pediatría concluye: “Ante la amenaza de perder el juego como elemento distintivo de las infancias pienso que es imprescindible devolver tiempo libre, estimular la práctica deportiva desde temprana edad, reducir el consumo de comida tóxica y generar más expectativa en actividades que no incluyan el uso de tecnología que vuelve pasivos a chicos y chicas”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
MÁS NOTICIAS