viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº1962

JJ. OO. | 7 sep 2021

Deporte adaptado

Unidas hasta el fin: madre e hija participaron en los Juegos Paralímpicos

La arquera Jane Karla Gögle y la jugadora de tenis de mesa Lethicia Rodrigues coincidieron por primera vez en los Paralímpicos de Tokio 2020.


Acudir a los Juegos Paralímpicos por primera vez es una experiencia única y la jugadora de tenis de mesa brasileña Lethicia Rodrigues ha tenido la ocasión de compartirla con su madre, la tiradora con arco Jane Karla Gögle, en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

La segunda fue eliminada en octavos de final y Rodrigues perdió contra China en la mesa, un deporte en el que ambas tienen una larga experiencia. Rodrigues, bronce en los Panamericanos de 2019 y plata en los Juveniles Panamericanos de 2017, creció observando a su madre y es considerada la mejor atleta de América en la clase F8 de este deporte.

Estos han sido los cuartos Juegos Paralímpicos de Gögle, cuya relación con el deporte comenzó a los 28 en el tenis de mesa. Sufrió poliomelitis de pequeña, lo que terminó derivando en una parálisis cerebral. Más tarde fue diagnosticada de cáncer e incluso continuó entrenando durante la quimioterapia. Tras sufrir un atraco y participar en Londres 2012, donde terminó en quinta posición, se mudó a Portugal y dio un cambio radical a su carrera deportiva reemplazando el tenis de mesa por el tiro con arco.

Gögle demostró una gran capacidad de adaptación y terminó quinta en tiro con arco en los Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. Por su parte, Rodrigues eligió competir el deporte que tantos éxitos había brindado a su madre, el tenis de mesa. También lo hace en la modalidad paralímpica debido a que sufre una enfermedad hereditaria cuyas consecuencias son dolores articulares y padecer de movilidad reducida.

Todo esto me ha servido para demostrarme lo capaz que soy. Soy una gran jugadora y, si tengo el apoyo y el entrenamiento necesario, llegaré muy lejos”, valoró Rodrigues tras esta primera experiencia olímpica en Tokio 2020.

Gögle confesó volver a casa con “dolor en el corazón”: “Luché hasta el final con todas mis fuerzas pero mi oponente disparó muy bien, marcó 146 y rompió el récord paralímpico”, concluyó.

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