El Gobierno porteño autorizó a los natatorios bajo techo a reabrir

“Desde el 2 de noviembre estamos abiertas la mayoría de las piscinas que contamos con techo removible, tabiques laterales o ventanas laterales que favorecen la circulación natural de aire. No obstante, muchos natatorios en la ciudad funcionan en subsuelos y no tienen esas posibilidades”, explica Vanina Delfino, propietaria del centro acuático Acquamar.

Algunas de las normas de bioseguridad ya pautadas son: un aforo máximo del 30% -solo se permitirá 1 persona cada 8 m²-, la temperatura ambiente del agua de las piletas, el uso de barbijo obligatorio en todo momento -excepto cuando se está en el recinto de la piscina- y un tiempo máximo de permanencia en vestuarios de 10 minutos por cliente.

Según Adrián Stoll, propietario de WELL Club y vicepresidente de la Camara de Gimnasios de Argentina, “no habrá limitación de actividades dentro de los natatorios, se podrán ofrecer los mismos servicios que había antes del cierre”. No obstante aclara que “habrá que adoptar un sistema para asignar turnos por hora a los clientes, y además estos deberán completar una declaración jurada para confirmar que no tienen síntomas”.

“Las expectativas –según Delfino- son buenas. Desde que reabrimos, nuestros clientes se adaptaron muy bien a los protocolos, nunca dejaron de venir por ellos. Creemos que la gente comenzó a tener más conciencia de la importancia de la actividad física, sobre todo en nuestro espacio por todos los beneficios que trae el ejercicio dentro del agua”.

Por su parte, Stoll opina sobre el futuro del sector: “Tenemos como perspectiva una evolución lenta y constante de nuestra actividad en lo que queda de este año. Estimamos volver a tener en la primavera un nivel de visitas similar al de  pre-pandemia. Pero todo depende del avance de la vacunación y de la flexibilización de restricciones”.

Fuente: Mercado Fitness