"Chapa" Retegui: "Cuando te subís al podio no te querés bajar más"

LA MIRADA GANADORA
"Todo lo que uno da, vuelve. Si uno es generoso y un poquito más, alguien es generoso con uno. Si uno es solidario y un poquito más, hay alguien que es solidario con uno".

"Siempre hay que dar más, el techo no existe".

"Lo difícil no es llegar. Si me mantengo, el segundo, tercero o cuatro, que son Alemania, Holanda o Australia, me pasan por arriba, entonces me tengo que superar".

"¿Qué es ganar? Salir campeón Olímpico y del Mundo es efímero. Para mí ganar es darlo todo segundo a segundo desde que abro los ojos hasta que me acuesto tanto como compañero, como padre, como hijo, como pareja, como amigo, como compañero de laburo".

LA IMPORTANCIA DEL DEPORTE EN LA VIDA
"Hoy disfruto porque el techo de mi oficina es el sol, el cielo y lo más duro que me puede pasar es que llueva".

"Estoy rodeado de gente joven, con linda energía y que tienen empuje. Tengo 50 años, pero me siento de treinta; entonces tengo que razonar como alguien de 50, pero vivo con alguien con el corazón de 30 años y ese es el motor que me lleva a empujar para seguir metiéndome en proyectos que parecen utópicos y que para mí es lo más lindo que hay".

"Lo importante es que el deporte sea parte de la agenda política del país porque, junto a la educación, tiene que ver con los buenos valores: el compañerismo, la solidaridad, la generosidad. Los deportistas le llevan alegría a la gente".

LA EXIGENCIA COMO ESTANDARTE
"Desde que nací soñaba con una medalla olímpica. En el 2012, que ganamos la medalla de plata, en realidad perdimos la de oro porque la perdí yo. No creí que podíamos crear un campeón olímpico y la responsabilidad es mía porque era el entrenador".

"Uno cree lo que crea, uno juega como entrena, uno vive con lo que da".

LA EXPERIENCIA DE UN JUEGO OLÍMPICO
"Un día le dije a los chicos, que eran 11 del mundo, que si queríamos ser campeones olímpicos teníamos que entrenar 30 horas por semana".

"La única manera de llegar a la élite del deporte en el mundo es entrenar 101 por ciento. No hay que escatimar una gota de sudor, ni un latido del corazón".

"Cuando te subís al podio no te querés bajar más. Y para no bajarte hay que administrar muy bien el éxito".

"El éxito es cuando te colgás la medalla y cuando llegás a ese lugar ya hiciste todos los esfuerzos posibles".

"Cualquier esfuerzo vale la pena para ponerse una sola vez la camiseta Argentina con el escudo al lado del corazón y escuchar el himno argentino".

"Cuando llegás al éxito no podés negociar nunca más la entrega y el esfuerzo".

UN ENTRENADOR DE ORO
"Un entrenador tiene que tener en la cabeza todo, el cuerpo técnico, en que todos estén motivados, en los jugadores, en si los familiares, parejas e hijos de cada uno están bien. Hay que pensar en todo y es apasionante. Esto es 24 horas por 7 días de la semana los 365 días del año.

"Vivimos en un país especial, yo lo amo y tengo la bandera Argentina tatuada en mi brazo, lo quiero con todo mi corazón. El único problema que tenemos es que nos saboteamos y hay que pensar en el recurso humano, que es valorado en todos lados del mundo, el recurso geográfico es fantástico".

"Cuando toca entrenar un equipo y hay que marcar los derechos y obligaciones para conducir o liderar un grupo de deportistas, uno tiene claro que lo tiene que hacer con alegría y dar lo mejor. Hacerlo por la camiseta Argentina, saber que va a ser un esfuerzo enorme, pero hay que darlo todo".

"Necesitamos jugadores que quieran entrenar y todavía algunos se asombran porque entrenamos doble o triple turno de una hora y media. Una cosa es entrenarse para ir al Mundial a participar, pero yo quiero ir a competir siempre".

"Con Los Leones y Las Leonas toqué el cielo con el corazón. No solo por ganar la final Olímpica o la del Mundial, sino que le demostramos al mundo ser los mejores. Caminamos por el túnel en Rio de Janeiro con el pecho en alto y los belgas miraban para abajo. No es sacar los pies de la tierra es saber que le íbamos a ganar, que íbamos a dejar la vida ahí adentro y que íbamos a jugar hasta la última pelota y eso no se negociaba".